Cómo se detecta
Una vez que el médico hace una exploración clínica, se puede aplicar una técnica denominada “dermatoscopia”, que tiene como misión grabar los lunares del paciente cada 6 o 12 meses y hacer un control a lo largo del tiempo. “Si hay un lunar que nos preocupa, lo que hacemos es extirparlo de forma preventiva y analizarlo”, advierte la doctora Villegas.