‘24 horas…’ con Silvia y Gonzalo
Silvia Marsó , la inolvidable azafata de Un, dos, tres… y Gonzalo Trujillo, el inspector Mauro San Emeterio en Acacias 38, interpretan en el madrileño teatro Infanta Isabel 24 horas en la vida de una mujer, musical basado en la novela del austriaco Stefan Zweig y producido por la propia Marsó.
“Me la regaló Eloy Azorín en Gran Hotel; me fascinó tanto que fui a París a ver el musical. Y decidí traerlo. En España no se apuesta por este género en pequeño formato y creé mi propia productora Lamarsó”, explica Silvia.
La historia,situada en los años 20 en Montecarlo y varias veces llevada al cine, retrata la relación una mujer madura y un hombre joven, algo que sigue cuestionado en nuestra sociedad, apunta Silvia: “Solo hay que ver cómo trataron a Macron [presidente de la República Francesa] y a su esposa; se llevan 20 años… y estamos en el siglo XXI”. “Ni está normalizado ni aceptado; imagino que es por el cliché de que los hombres somos más inmaduros”, añade Trujillo.
De gira por España
Antes de llegar a Madrid, la han representado en varias ciudades. Trujillo recuerda con especial cariño la de Sevilla, donde debutó. “Es mi tierra. El viernes prohibí a mi familia que fuera, porque estaba muy nervioso, pero el sábado y el domingo estuvieron todos, hasta los de fuera, y mis amigos”.
En cuanto a proyectos, aparte de esta obra Gonzalo está “pendiente de varios castings para volver a televisión”, y Silvia seguirá con las representaciones por toda España, además de algo inconfesable de momento: “Para noviembre tengo intención de hacer la obra en catalán, en Barcelona. Allí se incorporará Marc Parejo (Felipe Álvarez, en Acacias 38). Me hace ilusión trabajar en mi lengua materna; llevo toda mi trayectoria en Madrid”.
Silvia Marsó puede presumir de ser una de las pocas actrices que renunció a un contrato blindado con una cadena de televi- sión: “Si aceptaba ese cheque en blanco tenía que hacer de todo, realities, concursos… ¿Quién me hubiera creído después interpretando a Yerma [de García Lorca] por ejemplo? No me arrepiento de esa decisión. No quiero ser rica, quiero ser actriz, y la verdad es que no me puedo quejar”.
Ambos celebran la calidad de la televisión que se está haciendo en España: “Ahora sí hay producción propia, cuando yo empezaba solo había dos cadenas y una o dos series a la semana”, recuerda Marsó. “El producto se cuida mucho ahora y se puede hacer un papel tan interesante en cine como en televisión”, añade Trujillo.