Rocío Muñoz y Roberto Leal
El presentador y la actriz valoran el concurso de la pública que examina el ritmo de nuestros famosos.
Ella era bailarina y presentadora en Italia, él triunfó en el regreso de OT. En Bailando con las estrellas están demostrando su buena compenetración al frente del programa.
“He vuelto a mis raíces en el baile” (R. Muñoz) “En cada gala sube el nivel de exigencia” (R. Leal)
Bailaron juntos en la primera gala pero, tras ese guiño, Roberto Leal y Rocío Muñoz Morales se han centrado en lo suyo. “Nuestro trabajo es presentar, divertir y emocionar a los espectadores; lo del baile es para los concursantes”, dice el periodista mientras posan ambos para Supertele.
A TVE le ha salido bien la jugada al confiar Bailando
con las estrellas al presentador de OT y a la actriz española que triunfa en Italia. “He vuelto a mis raíces, ya que este mismo programa me lanzó al mundo del entretenimiento siendo niña –fue bailarina de 2006 a 2010–. Ahora espero estar a la altura”, explica Rocío.
“No nos conocíamos, pero por amigos comunes supe que es buena ‘niña’, eso es fundamental cuando se pasan tantas horas juntos. Hemos congeniado desde el primer momento”, dice Roberto, que pasó por la Gala FAO ¡Mira quién baila! de 2008, a ritmo del
Waterloo de Abba y con Enric Company.
De Roma a Madrid
Rocío se fogueó presentando el Festival de San Remo 2015: “Roberto me ha salvado de muchos marrones. Hacemos un buen equipo porque compartimos ilusión y energía”. “Tenemos más cosas en común; raíces andaluzas y extremeñas –yo por mi familia política–; una hija cada uno y un perro”, añade Leal.
Ambos conocieron a sus parejas trabajando; ella al actor Raoul Bova en la película Immaturi (Inmadu-
ros), de Paolo Genovese, y él a la periodista Sara Rubio, en el comedor de Antena 3, cuando estaba en
Espejo público.
“Que la pareja sea del oficio, ayuda mucho; entiende lo que conlleva hacer dos programas”, dice el también conductor de Es
paña directo, que se desplaza dos días a la semana a Barcelona para grabar.
Después de cinco años en Roma, donde acaba de estrenar la comedia romántica Tú me ocultas algo, de Giuseppe Lo Console, Rocío ha vuelto a casa: “Me fui porque me ofrecieron hacer cine y eso me abrió puertas, y me quedé. Ahora me he instalado con mi familia en Madrid, porque aunque debo regresar para la serie A un paso del cielo
– lleva ya cuatro temporadas en la RAI–, mi intención es quedarme”.
Poner el corazón
Van cinco galas y cuatro expulsados. Bustamante se postula para la final – de tres parejas–, con Patry Jordan, Nanu Sánchez y Amelia Bono. “El nivel de exigencia sube cada gala y es un lujo ver cómo se superan en el directo”, dice Leal, que elude hablar de favoritos. “A todos les digo que, más allá de la técnica, deben bailar con el corazón”, añade Rocío.
Pero la eliminación de Rossy de Palma, la quinta mejor de la noche según el jurado, no será la única sorpresa, dado que no se desvela el voto del público. “El formato original es así. Solo se dicen las parejas clasificadas, para que sigan compitiendo al mismo nivel; ni se confíen, ni se vengan abajo”, dice Roberto