Vida sana.
Además de más económicos, son saludables e hidratantes, propiedades que no pueden faltar ahora en tu dieta.
Superalimentos de verano
Llega el calor y tanto las ensaladas como los gazpachos se convierten en nuestros mejores aliados, pues necesitamos más hidratación y protegernos del sol también desde dentro. Las frutas y verduras estivales son más acuosas y ricas en betacarotenos; además de cubrir los nutrientes que necesitamos, estos alimentos de temporada se encuentran en su momento óptimo, lo que implica un mejor sabor, un precio más asequible y una mayor concentración de vitaminas y minerales.
Si además tendemos a retener líquidos, debemos saber que estos vegetales “tienen una función drenante y su mayor contenido en agua y en potasio ayudan a regular el equilibrio hídrico del cuerpo”, explica la coach nutricional Iztiar Digón. La sandía, el melón y la berenjena, son un ejemplo de ello.
Aderezos y zumos
Como advertíamos, una de las formas más apetecibles para consumirlos, son las ensaladas, fuente de carbohidratos de lenta absorción. Sin embargo, los expertos nos aconsejan controlar las salsas que añadimos. “El mejor aderezo es un buen aceite de oliva”, asegura Rafael Birlanga, nutricionista del Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunidad Valenciana.
Además, podemos recurrir a las semillas crudas o tostadas, como las de chía, lino, calabaza o sésamo, y así evitar los mix comerciales de bolsa cargados de sal. Todas ellas son ricas en grasas saludables (omega 3), fibra y vitamina B.
Y si hablamos de bebidas, debemos tener precaución con los jugos. “Los zumos, aunque sean naturales, contienen más cantidad de azúcar que la fruta entera, porque se comportan como azúcares libres”, nos aclara la doctora Digón. Asimismo, como el contenido de fibra
es menor, resultan menos saciantes. También debemos evitar todas esas aguas detox, para eliminar toxinas, que abundan en supermercados. Si queremos dar a la del grifo un toque refrescante o de sabor, nada como añadir unas rodajas de pepino.