Alexandra Jiménez: “Siempre soy la nueva de la oficina”
Pasó de ser bailarina profesional a estrella de la tele. Era África en Los Serrano y, unos años más tarde, nos ha vuelto a conquistar con Superlópez, cuyo protagonismo comparte con Dani Rovira. En breve la veremos en TVE como cirujana jefe de la ficción de médicos, Hospital Valle Norte.
Interpretas a Luisa Lanas, compañera y el amor secreto del protagonista.
La película está basada en los cómics de Jan, y nació como una parodia de Superman. Es mi cuarto filme con Javier Ruiz Caldera, y la segunda ( Anacleto: agente secreto), relacionada con los cómics.
¿Eres su actriz fetiche?
A Javi le admiro mucho, como director y como persona. Es muy inteligente y con mucho sentido del humor.
¿Queda ridículo un superheróe español?
Tenemos que dejar de estar con la escopeta cargada todo el tiempo y de tirar piedras a nuestro propio tejado. Hay que ir al cine a disfrutar.
Antes rodaste Lasdistanciasy la serie La zona...
Venía de hacer dos dramas intensos y tuve que cambiar de registro. Llegué cansada y un poco desorientada. Pensé que sería muy duro, porque rodamos 11 semanas seguidas, pero fui cogiendo energía poco a poco.
Cambias con facilidad del drama a la comedia.
Que se trate de un género o de otro es la menor de las diferencias. El método de trabajo, el compromiso y el miedo a lo desconocido es el mismo. En cada rodaje siempre soy la nueva de la oficina.
Vuelves a la tele como médico después de La zona...
Sí, pero son papeles que no tienen nada que ver. En Valle Norte soy la jefa de cirugía, y ejerzo de ello. Es una mezcla de drama realista, comedia urbana y romance, como la vida.
¿Cómo fue tu experiencia en El Continental?
Preciosa. Hacía cinco años que no trabajaba en una serie en abierto, y estoy muy contenta. Con Álex García he rodado Si yo fuera rico, de Fernández-Armero, y con Clara Lago, la novia de Dani, Gente que viene y bah.
Fuiste bailarina profesional, pero una lesión te obligó a dejarlo.
En realidad, la lesión fue la excusa perfecta para dejarlo. Estuve unos meses en La Habana, con el Ballet Nacional de Cuba, y allí tomé la decisión. Fueron 13 años dedicada al baile, y a los 17 empecé a estudiar interpretación.