Viajes. Irlanda
CORK La segunda ciudad de la isla Esmeralda celebra una de las navidades más animadas de toda Europa.
Asentada en una isla de cemento en medio del río Lee, y conocida como ‘la rebelde’ por su lucha contra la dominación británica, Cork es una de las ciudades irlandesas más visitadas en las fiestas navideñas.
La razón es el Glow Festival, que reúne el Gran Desfile, todos los fines de semana de diciembre y la emblemática noria de 30 metros, desde la que se obtienen estupendas vistas. Además, un túnel de hielo conduce al Bishop Lucey Park que este año,
bajo el título The Night Before Christmas in Old
Cork, se transforma en un coqueto pueblo medieval. Grand Parade, una de sus calles más céntricas, acoge el tradicional mercado con delicias gastronómicas, como la ternera especiada, y artesanales, y la mayoría de los conciertos que ofrecen las distintas bandas de la ciudad.
Las grandes celebraciones se cierran el miércoles 26, día de San Esteban, con el Carrigaline Carnaval, un desfile multicolor en el que partici- pan los Wren Boys, ataviados con sus tradicionales sombreros de paja.
Las dos catedrales
Uno de los grandes tesoros de esta animada ciudad con multitud de pubs, sobre todo en St. Patrick Street, es el Mercado Inglés, edificio de estilo victoriano en cuya planta alta se pueden degustar los platos locales, y en la baja comprar productos frescos. Junto a las dos catedrales, la católica de Santa María y Santa Ana, y la protestante de San Finbar, levantada en 1870 en estilo gótico francés del siglo XIII, muy ligada a la masonería y cercana al fuerte, destaca la iglesia de Santa Ana, con su torre bicolor, sus campanas, que puedes repicar siguiendo distintas partituras, y su popular reloj, conocido como el Mentiroso de las Cuatro Caras, ya que cada uno muestra una hora diferente. Se encuentra en el pintoresco barrio de Shandon, reconocible por sus casitas de colores, donde se levanta la antigua Bolsa de la Mantequilla, una de las grandes riquezas de Cork, hoy convertida en un impresionante museo.
A las afueras de la ciudad se encuentra el Castillo de Blarney, del siglo XIII, con la Piedra de la Elocuencia; Cobh, el último puerto donde atracó el Titanic antes de adentrarse en el Atlántico; el Fota Wildlife Park, un extenso parque donde animales salvajes se mueven en semilibertad, y Kinsale, un coqueto pueblo de pescadores con coloridas casas y puertas.