Belleza.
Natural, ‘eco’, ‘bio’ o vegana. La belleza comprometida y sostenible está en auge, mientras que las firmas de gran consumo se unen a este nuevo reto.
Cosmética Green
El 92 % pagaría 10 euros más por un cosmético
natural
El 92 por ciento de las mujeres estarían dispuestas a incrementar el dinero que gastan en cosmética natural, la mitad pagarían hasta 10 euros más por producto, según un estudio de Birchbox, una de las plataformas de comercio electrónico más importantes dentro del sector de la belleza. Estos datos nos dan una pista de las nuevas demandas de las consumidoras, pero... ¿sabemos realmente en qué se diferencian estos productos? El 55 por ciento confiesa que no.
Falta de consenso
A diferencia de lo que pasa con los alimentos, en cosmética no hay una definición clara de lo que significa “natural”, “orgánico”, “bio” o “eco”. En Europa todos los productos tienen que seguir un reglamento de 2009 donde se incluyen definiciones, requisitos de etiquetado y seguridad, ordenación de ingredientes, etc. Esta ley se amplió en 2013, pero ni en una ni en otra se explican estos términos.
Para intentar llenar este vacío, la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (STANPA) ha creado recientemente la norma ISO 16128, que unifica estándares de calidad y producción internacionalmente. En la primera parte define qué son los ingredientes naturales : “Aquellos obtenidos solo de plantas, animales, microorganismos o minerales”; entre ellos, el jugo de aloe vera, la manteca de karité y el aceite de Ylang-Ylang. La segunda parte establece cómo se calculan los índices que determinan si un ingrediente o producto es natural u orgánico. Hasta ahora, solo existían organismos privados que otorgaban certificaciones y sellos en función de una serie de criterios que establecen de forma autónoma. Es el ejemplo de Ecocert, que considera que un cosmético es ecológico cuando el 95 por ciento de los ingredientes vegetales y, al menos, un 10 por ciento de los totales, proceden del cultivo ecológico. Para los naturales rebaja estos datos al 50 y al 5 por ciento respectivamente.
En líneas generales, la STANPA considera que estos productos deben ser respetuosos con la naturaleza y los animales, producirse con fuentes renovables y utilizar materiales reciclables.