Los malabarismos del Papa
Tras recibir en el Vaticano al Circo de Cuba, Francisco sorprendió a sus invitados con este dominio del balón que hizo girar sobre su dedo. Y animó a acróbatas y bailarinas, ataviados con coloridos trajes, a seguir “ofreciendo belleza con su espectáculo”. Esta anécdota se produjo el miércoles 3, un día después de leer en su primera audiencia una carta dirigida a los sacerdotes estadounidenses , de reunión espiritual, para que mediten sobre los daños ocasionados por la Iglesia.