Citas.
Sevilla cierra el homenaje a su artista más universal con dos estupendas exposiciones: ‘Murillo. IV Centenario’ y ‘Aplicación Murillo’.
Murillo, el gran maestro del Barroco, protagoniza dos exposiciones
La primera y más importante de estas dos exposiciones es Murillo. IV Centenario, la primera antológica que le dedica su ciudad natal, con 55 lienzos, 20 de ellos nunca antes vistos en España. Han sido cedidos por las principales pinacotecas y por coleccionistas privados, a los que se aña- den 17 cuadros ya vistos en la muestra Murillo y los Capuchinos de Sevilla. Además de recorrer la trayectoria del hispalense, que murió en 1682 tras caer del andamio en el que pintaba Los desposorios místicos de santa Catalina, y que hasta mediados del siglo XIX fue el pintor español más valorado fuera de nuestro país –como demuestra el expolio que sufrió durante la Guerra de la Independencia–, la exposición desmonta aquellos viejos prejuicios que lo redujeron a un pintor de temática religiosa, famoso por sus Inmaculadas y por sus edulcorados niños, con los que envolvió de forma amable el espíritu de la Contrarreforma.
Artista total
Bartolomé Estaban Murillo fue también un retratista excepcional que supo capturar como pocos la miseria y la vida popular de las calles con sus mendigos llenos de dignidad,
temáticas que entusiasmaban a los ricos comerciantes flamencos como Justino de Neve y Nicolás Omazur, que por entonces residían en Sevilla.
Entre las obras, realizadas en cuatro soportes (lienzo, tabla, cobre y ob-
sidiana), destacan Natividad, Cuatro figuras en un escalón, El buen pastor, Bodas de Caná, La Inmaculada Concepción de El Escorial, La Anunciación, San Jerónimo Penitente y El martirio de San Andrés.