Psico. Volver a la rutina con ilusión
El retorno a casa (y a la rutina) también supone una oportunidad para cambiar de actitud y cumplir sueños. Si quieres conseguirlo, no te pierdas estos consejos.
Regresamos de las vacaciones y parece que se nos cae el mundo encima solo de pensar en las obligaciones: recordamos el trabajo acumulado, el inicio de curso, las comidas y compras por hacer... Pero existe una forma de hacer más llevadera la vuelta y está al alcance de tu mano.
La vida es un cúmulo de elecciones y decidir vivirla con ilusión es una garantía para ser un poco más felices. “La ilusión es la capaci
dad de imaginar un proyecto personal en toda su complejidad y convertirlo en realidad”, explica Lecina Fernández, creadora y directora de Lab. Ilusion.
Este proceso tiene innumerables beneficios: “Nos aporta emociones presentes positivas y pensamientos que nos acompañan hacia el futuro y nos animan a la acción”, añade la psicóloga. El resultado: sacamos nuestra mejor versión. También, nos ayuda a vivir lo que en psicología se llama una “anticipación positiva”. Esta antelación permite a la persona preparase para lo que está por venir y planificar la acción deseada con buena actitud.
Cambia el ‘chip’
Por lo tanto, el regreso a la rutina diaria mejorará si sustituimos los lamentos y pensamientos negativos por algunas preguntas: ¿qué me gustaría hacer el próximo mes? ¿Qué me apetece experimentar? O bien, ¿qué deseo cambiar? Otro ejercicio que podemos poner en práctica consiste en “explorar recuerdos ilusionantes”, analizando cómo nos sentimos y cómo podemos volver a ello.
Según el último Barómetro Cofidis de la Ilusión, publicado a finales de 2016, los proyectos que más ilusionaban a los españoles eran: viajar, hacer deporte, cuidar la alimentación y tener más tiempo para disfrutar con sus seres queridos. Como curiosidad, el tema de los viajes se coronaba como líder desde hacía un lustro.
Sin embargo, para hacerlo posible es necesario “un esfuerzo previo y durante el camino”, tanto para disfrutarlas como para llevarlas a buen puerto. Si nos planteamos las vacaciones, ¿por qué no planear los meses siguientes? Por eso Fernández recomienda: “Volver teniendo una ilusión concreta que podamos empezar a construir y convertir en realidad”.