‘Pure’, la historia de un pastor contra el narcotráfico aterriza en Cosmo
Desde el lunes 11, esta serie de 12 capítulos narra la lucha de un hombre por proteger a su comunidad de un miembro mafioso.
Conocer la opaca realidad de comunidades protestantes como los amish, huteritas o menonitas que habitan en algunos estados de EE.UU. y Canadá, parece un buen aliciente para seguir de cerca la nueva ficción que Cosmo estrena el lunes 11, basada en hechos reales.
La serie Pure, de 12 episodios y producida por la CBC, se adentra en una de estas sociedades étnico-religiosas, llamada del Viejo Orden, en el sur de la provincia canadiense de Ontario, cuya vida tranquila y humilde, alejada de las grandes ciudades y resistente a adoptar comodidades y tecnologías modernas, es la razón de su subsistencia, a lo que contribuye un idioma propio, el plautdietsch, un dialecto del bajo alemán.
De México a Ontario
La historia, en dos temporadas, dirigida por Ken Girotti ( Vikings), está centrada en la vida de Noah Funk ( Ryan Robbins), un granjero que acepta el puesto de nuevo pastor de su congregación, labor para la que no está preparado porque le conducirá a descubrir un submundo vinculado al tráfico de cocaína desde México a Canadá, gestionado por uno de sus vecinos, Eli Voss (Peter Outerbridge), que le ‘invita’ a participar en el negocio.
Protector, bondadoso y disciplinado, Noah llegará a cuestionar sus propios valores para proteger a su familia. Pero no estará solo. Un compañero del instituto, el detective Bronco Novak (AJ Buckley), le ayudará a atrapar al capo que controla el tráfico. Rodada en la provincia de Nueva Escocia, la serie, según su creador, Michael Amo ( The Listener), representa también el choque de una sociedad anclada en el pasado con la moderna, a través del personaje de Tina Funk (Jessica Clement), hija mayor de Noah.
La joven inicia una relación secreta con Ben Novak (Aaron Hale), el hijo adolescente del detective y compañero de instituto. Intrigada por conocer la vida fuera de la etnia, Tina se escapa constantemente de casa con Aaron para recorrer la ciudad, aunque solo sea para soltarse el cabello. Es una artista en potencia, pero el dibujo también choca con sus deberes domésticos.
La vida sencilla y pacífica contrasta con la violencia desatada por la mafia dentro del grupo.