Si te lo perdiste…
¿Por qué suenan tan vacíos e impostados los gestos y debates en redes y en televisión sobre la lucha antirracista en EE.UU.? Porque las protestas, como diría Noemí Argüelles, ‘a la balalá’, sin ninguna raíz de experiencia vivida o de estudio y reflexión, son ruido. Postureo. Un lavado exprés de conciencia. Sin ser un experto en el tema ni por lo más remoto, sí me gustaría incitar a los espectadores a que, en lugar de hacer el memo en Instagram (perdón por cebarme, pero es que esa red es un atentado constante contra el verdadero compromiso), moldeen su sensibilidad con otros estímulos. Propongo arrancar con de
en Movistar+. Además de ser la mejor serie de abogados del siglo, ofrece un gran mosaico que aborda el conflicto racial desde mil puntos de vista, incluidos los más incómodos, sin una mota de ese paternalismo recalcitrante que ofende como el más grave de los insultos. Y da una panorámica brillante sobre las conexiones políticas y empresariales de este problema. Tras ese acercamiento que va más por lo intelectual y lo actual, recomiendo seguir con algo emocional: docushow creado por tres drag queens del universo Rupaul para HBO. El trío recorre la América profunda en una caravana a lo Priscilla y utiliza el poder del drag (quien lo conozca sabe que es infinito) para arrojar luz y amor en los rincones más oscuros del integrismo, que es el foco original del racismo y otros tantos males que corrompen la sociedad. La semana que viene seguimos.