Teletrabajo: claves
No hay duda, a nivel ambiental y conciliación familiar todo son ventajas, pero has de prepararte bien para que no te pase factura física y emocional.
Solo una pandemia mundial podía conseguir lo que tantas organizaciones ‘verdes’ llevaban décadas peleando. El teletrabajo ha entrado en España por obligación –no quedaba otra- y a golpe de improvisación, pero ya está demostrando que es una opción posible e igualmente rentable y está sentando las bases del futuro laboral.
Según datos del INE, en la era pre-covid, solo un 4,9 por ciento de la población activa española trabajaba habitualmente en modo teletrabajo y un 3,5 por ciento lo hacía de forma ocasional. Durante el confinamiento el 80 por ciento de las empresas lo instauraron, la opinión –y deseo– generalizado es que ha llegado para quedarse y se calcula que representará el 50 por ciento del empleo en España en una década. Según Acierto.com el consumo energético ha descendido notablemente. La caída ha afectado en mayor medida a los grandes núcleos urbanos como Madrid y Cataluña, donde se han llegado a registrar bajadas de más del 10 por ciento. Y esto se ha visto reflejado en una reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera (en algunos casos de más del 70 por ciento). Las restricciones de movilidad y el descenso de traslados aéreos también han contribuido positivamente y el consumo de gasolina bajó un 82 por ciento.
En la cara mala...
Los especialistas también están alertando ya de patologías y dolencias en aumento que están directamente vinculadas a este nuevo modelo de trabajo.
Según el doctor Nicolás Romero, especialista en nutrición, “la extensión del teletrabajo a más de tres millones de españoles tuvo ventajas como la mejora de la
En 2019 solo teletrabajaban el de los
españoles