Laura no vivirá la unificación
La hija de Kiko Matamoros se ha convertido en la última expulsada de la edición. Aunque respeta la decisión de la audiencia, vuelve a casa con un sabor agridulce.
Flipando en colores. Así se quedó Kiko Jiménez cuando Sandra Barneda anunció el nombre de la nueva expulsada. Y es que nadie esperaba que la aventura de Laura Matamoros terminase justo antes de la unificación. «Estoy feliz de haber vivido esta experiencia de esta manera que ha sido completamente diferente a la anterior. Ya me toca volver con mis hijos, que no podía más», decía la hija de Kiko Matamoros intentando quitarle hierro al asunto. Kiko, por su parte, abrazaba a su compañera deseándole lo mejor en su vuelta a casa, mientras Arantxa celebraba su triunfo junto al amor de su vida, Finito de Córdoba.
Qué bonito es el amor
En el último debate fuimos testigos de uno de los reencuentros más especiales de la historia de Supervivientes. El marido de Arantxa se lanzaba al agua para conseguir las llaves que iban a abrir la jaula en la que estaba su mujer. Tras superar la prueba, Finito llegaba hasta su esposa, quien con los ojos tapados, no imaginaba la sorpresa que la organización le tenía preparada. Piropos, abrazos y besos apasionados se dedicó el matrimonio emocionando a todos los presentes en plató. «Qué bonito lo que acabamos de vivir, estamos aquí llorando todos. Qué bonito lo has hecho, Finito», decía Sandra, mientras él aseguraba: «Me dijiste ven y lo dejé todo (...) Muchas gracias por contar con mi niña, por hacerle volver a televisión de esta manera y a su casa, a Telecinco. Gracias por habernos brindado este momento». Tras las palabras de Finito, Arantxa también quiso darle las gracias a todo el equipo del concurso por tratarles siempre tan bien.