«Nunca había hecho un personaje así, ha sido un reto»
Irene Escolar es una de las actrices más valoradas de su generación. Ganadora del Goya a mejor actriz revelación en 2015, ha consolidado su carrera en teatro y cine sin olvidarse tampoco de la pequeña pantalla donde ahora interpreta a la inspectora Paula Ríos en Las largas sombras y, próximamente en La 1, como Manuela Carmena en Las abogadas.
¿Qué te llamó la atención del proyecto? Me ofrecieron directamente hacer este personaje. Fue una de esas ocasiones tan poco habituales en la que, ya está, simplemente confían en ti y de entrada eso es algo muy bueno. Me mandaron los guiones, los leí y me apeteció mucho embarcarme en el proyecto porque tenía muchos ingredientes. En primer lugar, nunca había hecho un personaje así, era algo nuevo y un reto. También me apetecía muchísimo trabajar con Clara Roquet y cuando supe quiénes iban a ser mis compañeras… ¡Pensé que era maravilloso!
¿Qué te aportan las series que no tienes en cine o en teatro? Que puedes hacer un recorrido más largo del personaje porque se rueda durante muchos meses. En este caso teníamos seis capítulos de unos 50 minutos, el desarrollo es más amplio que en una película o una obra de teatro. Me encanta rodar, pero también esa conexión del público en directo... Aunque no me gusta más una cosa que la otra.
¿Cómo ha sido el proceso creativo de tu personaje? Fue un trabajo bastante intenso y complejo porque es un personaje con muchísimas capas. Tiene unas características que normalmente se escriben para un personaje masculino y era un reto que me motivó. Es una mujer muy desafiante, intimidante, controladora, obsesiva, impenetrable emocionalmente… Hay algo de armadura externa que tenía que construir para armarla físicamente, pero también había que encontrar la herida del personaje para que todo eso tuviera un sentido y no fuera algo formal, sino que viéramos que pasaban cosas dentro. Ella tiene mucho dolor, mucho que ocultar y miedo que tapar. Tuvimos un tiempo de ensayos, pero también me lo preparé mucho por mi cuenta para llevar a la directora una propuesta.
¿Llegaste a hablar con alguna policía? Me gusta mucho ese momento de preparación, investigación, hablar con gente, de ir probando…Una amiga me presentó a una amiga policía que me ayudó un montón y a la que cada vez que tenía una duda le preguntaba por WhatsApp. Además de eso, hice una nueva amiga que es algo que también te da este trabajo, el poder conocer a personas muy diferentes a ti que te abren mucho la mirada.
¿Qué escenas de este thriller intenso has disfrutado más? Lo he disfrutado todo mucho, pero había algo en los interrogatorios que me encantaba hacer y era colocarlas a todas ellas, a través de improvisaciones, en un lugares un poco incómodos. Tener a esas súper actrices delante y pensar “voy a intentar ponerte nerviosa”.
Las largas sombras, ¿qué te evoca el título? La sensación de que todos cargamos con un pasado y que ese pasado, si hay cosas que no están resueltas, puede dejar una estela de algo con lo que irás cargando, una oscuridad que habita en todos por un hecho traumático, algo mal gestionado. Y si no entendemos, solucionamos o hablamos de ello, puede acarrear mucha culpa, confusión… una gran sombra en nuestra vida.
¿Qué tipo de directora es Clara Roquet? Es un thriller psicológico y hemos visto muchos, pero ella incorpora herramientas o su propia sensibilidad de rodar en cine a esta serie. Tiene tempo y mucha cosa atmosférica que hace que sea bastante diferente. El clima que generaba era maravilloso, también su escucha y manera de acompañarnos en el proceso. A mí me sirvió mucho con mi personaje porque era complejo de armar y a veces me daba inseguridad. Tenía que ir probando muchas cosas y confiar en que habría alguien para sostenerme. Y lo hacía, sin duda.
«Un pasado mal gestionado puede acarrear una gran sombra».
– Irene Escolar
¿Cómo habéis vivido el rodaje? Cuando nos íbamos encontrando, siento que nos hemos hecho amigas y lo hemos pasado muy bien, compartimos días en Benidorm rodando y hablábamos al final más de nuestra vida que de la serie o de los personajes, porque también hay que desconectar.