DIETA
Activa tus células quema-grasa
ParaPara los expertos, la ganancia de peso sigue teniendo muchas incógnitas por resolver, pero de vez en cuando los estudios permiten constatar conjeturas que ayudan a hacerle frente. Una de las últimas evidencias sobre ello es que al cuerpo no le podemos dar siempre lo mismo… porque se vuelve lento.
• Habrás leído muchas veces en estas páginas que hay que ir cambiando la rutina de ejercicio porque cuando el músculo repite una y otra vez los mismos
movimientos, se vuelve ineficaz. Pues parece ser que a las células grasas le ocurre otro tanto.
• En días concretos (pautados y controlados), conviene modificar la cantidad de calorías que se toman para activar la combustión de grasas.
• Uno de los mejores métodos para rebajar calorías sin dejar de comer es el semiayuno intermitente. Enseguida (con los menús que te proponemos) sabrás cómo hacerlo. Se trata de interrumpir de vez en cuando la frecuencia de las ingestas y fa
Todo es más fácil de lo que crees: solo se trata de romper el ritmo habitual para que el organismo se active
vorecer que el cuerpo movilice las grasas acumuladas (reservas energéticas). Además, esta técnica dietética (con 2 días de restricción calórica a la semana), y según señalan diferentes estudios, puede…
• Ayudar a reducir la resistencia a la insulina. Es decir, es útil para tratar la prediabetes (glucosa elevada, pero aún no suficiente para diagnosticar diabetes).
• Mejorar la salud cardiovascular porque disminuye los niveles sanguíneos de colesterol LDL, triglicéridos y proteína C reactiva; y la salud metabólica, ya que reduce los niveles de los marcadores de riesgo para enfermedades metabólicas.
• Por si fuera poco, parece que favorece la longevidad. Nuestras células agradecen ese descanso calórico.
Pese a esas bondades, queremos ser cautos. Este tipo de alimentación no puede usarse con fines terapéuticos. Otra cosa es, sin embargo, su utilidad para perder peso. Y ahí sí consigue mucho, como han demostrado algunos estudios médicos.
EN QUÉ CONSISTE ESTE AYUNO INTERMITENTE
Lo primero que tenemos que concretar es que una persona sana y bien nutrida puede aguantar periodos de ayuno de hasta 24 horas sin problema (el organismo usa sus reservas como fuente alternativa de energía y así seguir funcionando con normalidad), pero los ayunos más prolongados pueden ser contraproducentes para la salud, incluso podrían llegar a enlentecer el metabolismo y producir un efecto rebote (yo-yó). De ahí que las últimas investigaciones hayan determinado que una restricción calórica durante 2 días consigue mejores resultados (seguramente influya que sean mucho más llevaderos) que restringir drásticamente las calorías varios días seguidos. Por eso, en el ayuno intermitente que te proponemos se alternan ciclos de ingesta con otros de ayuno, ambos de duración variable, pero relativamente cortos. • Semi-ayunar de forma intermitente no es otra cosa que romper el ritmo al que se está habituado para dar tiempo al organismo a movilizar las grasas acumuladas. Por eso, no es difícil de seguir.
CÓMO HACERLO BIEN
Un par de días antes de seguir este plan, conviene mentalizarse de que habrá dos días más austeros y planificar la semana con antelación.
• Es importante que durante el periodo de semi-ayuno bebas líquidos que no sumen calorías. Y, por supuesto, tener muy presente que el semi-ayuno no aportará beneficio alguno si en los demás días no se sigue una dieta sana, ligera y equilibrada.
• Elige bien esos dos días. Si haces ejercicio habitualmente, organízate para realizarlo los 5 días restantes, no en esos dos en que tu ingesta habrá sido menor. Tampoco las tareas familiares y domésticas deberían ser extremas en esas dos jornadas. Como ves, organizarse es fundamental para obtener resultados.
• Cualquier tipo de ayuno o semi-ayuno está contraindicado en personas con un peso por debajo del normopeso (IMC < 20-25), en diabetes tipo 1 (con supervisión médica en diabetes 2), mujeres embarazadas y en lactancia, en caso de insuficiencia hepática o renal, en convalecencias y quienes hayan padecido o padezcan algún tipo de trastorno del comportamiento alimentario.