Test
¿Cometes errores al caminar?
1. Al querer andar muy rápido, ¿das zancadas?
A Sí ..... B No .....
La marcha se vuelve torpe y los pies pueden golpearse, además de desestabilizar tu columna. Lo idóneo es dar pasos más cortos pero que sean más rápidos.
2. ¿Tiendes a adelantar la cabeza y los hombros?
A Sí ..... B No .....
Esta postura propicia dolores tanto en las cervicales como en la espalda.
3. ¿Te ocurre justo lo contrario? Es decir, ¿adelantas la pelvis y el abdomen y los hombros quedan retrasados?
A Sí ..... B No .....
Así la presión sobre las vértebras de la parte baja de la espalda aumenta y esto, a la larga, favorece las hernias discales. Esta postura al caminar, además, contribuye a que los músculos del suelo pélvico se debiliten, aumentando el riesgo de incontinencia.
4. ¿Las suelas de tus zapatos están gastadas?
A Sí ..... B No ..... Pueden hacer que tu pisada no sea correcta. Los especialistas recomiendan cambiarlos una vez se hayan caminado unos 800 kilómetros con ellos. Haz el cálculo teniendo en cuenta que, a paso normal, se recorren unos 4 km cada hora.
5. Cuando andas mucho rato, ¿vigilas cómo se balancean tus brazos?
A Sí ..... B No ..... Deben hacerlo al ritmo de tu pisada (adelanta el derecho cuando pises con el pie izquierdo) y quedar doblados a 90 grados cerca de tu cuerpo. Hacerlo así ayuda a estabilizarte y reduce el riesgo de caídas.
6. ¿Sueles mirar hacia abajo en lugar de hacia delante y tu barbilla no está paralela al suelo?
A Sí ..... B No .....
Son señales inequívocas de que te estás encorvando al caminar. Mantener esta postura puede acabar generando dolor cervical.
7. ¿Pisas con todo el pie en lugar de apoyar en primer lugar el talón y luego la parte delantera?
A Sí ..... B No ..... Seguramente cargarás mucho la zona lumbar, caderas y rodillas. Y esto, a la larga, suele provocar alteraciones en la musculatura.
8. ¿Sin darte cuenta caminas con los puños apretados?
A Sí ..... B No .....
Si lo haces, es muy posible que tu presión arterial se vea afectada y que, aunque sea poco, aumente.
Un calzado
que no sujete bien el pie favorece
posturas incorrectas