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Médico en casa

Cómo actuar ante un ahogamient­o

- DRA. BLANCA RODRÍGUEZ AYALA Medicina General

SegúnSegún el último informe de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, en 2018 en España falleciero­n 372 personas por ahogamient­o en el medio acuático. ¿Sabes qué hay que hacer?

Pulmón y cerebro

Cuando alguien se hunde en el agua, lo normal es que aguante la respiració­n como máximo un minuto y después empiece a tragar agua. Primero se ve afectado el sistema respirator­io y, después, el cerebro (por la falta de oxígeno). Las secuelas irán en proporción a la cantidad de agua tragada. Por eso, es imprescind­ible actuar muy rápido para minimizarl­as.

Ayudar sin riesgos

Lo mejor es que busques ayuda, ya que no es fácil rescatar a alguien en solitario sin arriesgar la propia vida. Si nadie puede echarte una mano, intenta sacar lo antes posible a la persona del agua, pero nunca pongas en peligro tu integridad física. Si se trata de una zona de aguas peligrosas y tienes a mano un palo o una cuerda, pídele a la víctima que se agarre fuerte mientras tratas de acercarla a la orilla. En caso de tener que aproximart­e a ella para auxiliarla, hazlo por detrás (si te ve llegar, intentará agarrarse a ti y complicará las cosas) y cógela con la técnica llamada “candado de cabeza”: pasa tu brazo hábil por debajo de su barbilla y arrástrala a nado.

Si respira...

Una vez fuera del agua, túmbala en suelo firme y comprueba si está consciente. Si no habla, pellízcale un poco para ver si reacciona. En caso de que no lo haga, observa si su pecho se mueve y/o sale aire por la nariz (acercar la oreja te ayudará a comprobarl­o). Si notas que respira, colócala de lado, en posición de seguridad, para que le sea más fácil expulsar el agua que haya tragado.

¿Y si no respira?

Lo primero que debes hacer es pedir ayuda al 112. A continuaci­ón, inicia las maniobras básicas de reanimació­n cardiopulm­onar (RCP): masaje cardíaco y ventilacio­nes (30 compresion­es en el esternón y 2 insuflacio­nes en la boca), hasta asegurarte de que respira por sí misma o, de lo contrario, hasta que llegue el servicio de emergencia­s y retome la reanimació­n. Una vez consciente y respirando, ya puedes iniciar las pautas del punto anterior.

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