¿Duermes con la tele encendida?
DESCUBRE CÓMO AFECTA A TU SALUD Nos ayuda a olvidar circunstancias estresantes, algo positivo si de prepararse para el descanso se trata. Por tanto, no tienes por qué dejarla de lado, pero sí es básico saber usarla bien
Su luz azul propicia que al día siguiente nos cueste concentrarnos y estemos lentos
DesdeDesde hace un tiempo se sabe que dormir con el televisor de fondo dista mucho de ser un hábito inocente. Según un estudio de la Universidad de Murcia, hacerlo provoca que fabriquemos menos melatonina durante el sueño. Esa hormona antioxidante es fundamental para protegernos de enfermedades. Por eso, dormirnos con la tele encendida podría estar debilitando nuestro organismo más de lo que creemos. • Hasta un 60 % de la población se queda dormida viendo la televisión, según estadísticas realizadas en otros países. Y, aunque en el nuestro parece no haber datos al respecto, esas cifras podrían ser extrapolables.
El secreto está en un área del cerebro
Nuestra retina no solo envía al cerebro los datos de lo que vemos. También se encarga de hacer llegar a una región del hipotálamo –el núcleo supraquiasmático, supraquiasmático, que regula el ritmo circadiano– la información sobre si es de día o es de noche. Y lo hace en función de la luz que recibe.
• La que emiten las pantallas confunde a la mente. Esto provoca que determinados procesos fisiológicos nocturnos se alteren.
Un efecto inaudito: nos engorda
Esto ocurre, precisamente, por la reducción de la hormona del sueño porque...
• La melatonina nos ayuda a quemar calorías. Según un estudio español y estadounidense, esta hormona contribuye a transformar la grasa blanca en parda, con más poder termogénico.
• La luz azul de las pantallas puede bloquear ese proceso. Incluso puede hacer que ganes 1 kilo o más al año (o que tu IMC aumente un 10 %), sostiene un reciente estudio.
Facilita que la tensión arterial sea más alta
Nuestros niveles más bajos de tensión se dan cuando dormimos. Por eso, no hacerlo adecuadamente (ver recuadro de la derecha) puede favorecer que sean más altos también de día. Esto ocurre porque, al dormir pocas horas o hacerlo con un sueño de poca calidad, nuestra capacidad de regular bien las hormonas del estrés puede alterarse, lo que facilita que la tensión arterial se dispare.
El ruido de fondo puede relajarte, pero es un efecto ficticio que no ayuda al sueño profundo