LA DIETA QUE TE APORTA FELICIDAD
Sube tu ánimo y adelgaza de forma fácil
TodosTodos sabemos que alcanzar un estado de equilibrio y felicidad no depende de una sola circunstancia ni de una única cosa. Son muchos los factores que intervienen, para bien o para mal. Sin embargo, no podemos olvidar que lo que comemos favorece –o entorpece– ese umbral de armonía mental.
• En condiciones normales, se puede mejorar el ánimo consumiendo alimentos capaces de incidir sobre la comunicación entre neuronas (y la forma de comportarse de los neurotransmisores que la propician) de nuestro cerebro.
• Dicho esto, cabe preguntarse si hay manera de incluirlos regularmente sin que salga perjudicada nuestra figura. La respuesta es un rotundo sí. Existe la manera de comer con esos objetivos: controlar los kilos de más, calmar ese cerebro goloso que se desboca sin darnos cuenta en los momentos de más nerviosismo y lograr esa paz interior que tan bien nos sienta.
Es más, la felicidad que sí nos conviene experimentar no aparece consumiendo productos que entran por los ojos y que, bajo su apariencia de jugosos y apetecibles, guardan un efecto robaenergía catastrófico. Esa felicidad –más imaginaria que real– al comer dulces o grasa dura poco, muy poco. En la columna de la página siguiente podrás observar qué ocurre en nuestro cerebro al consumir ese tipo de productos.
DE ESTA FORMA SE ADELGAZA MEJOR
La finalidad de la dieta que te mostramos este mes es favorecer, de forma sana y natural, el aumento de los niveles de cuatro sustancias que actúan como neurotransmisores (endorfinas, oxitocina, serotonina y dopamina) y posibilitan la comunicación entre las neuronas. Y cuando estas se comunican bien, es más fácil lograr cierto grado de felicidad. Ya sabes que nuestro punto de partida siempre es la Dieta Mediterránea, esa joya que tenemos el inmenso privilegio de
Además de prebióticos (ajo, cebolla, espárrago…), te conviene incluir probióticos como kéfir o yogur
disfrutar –los países no mediterráneos tienen más difícil acceder a ella– y que, a veces, no utilizamos como debiéramos. La que te aportamos más adelante es la dieta de la felicidad porque, siendo puramente mediterránea, da prioridad a los alimentos que, por sus propiedades saludables, inciden equilibradamente en el centro de recompensa de nuestro cerebro logrando (si no existe otro factor interno o externo que lo impida) que nuestro estado de ánimo no decaiga. Y aún queremos incidir en otro detalle: teniendo buen talante es mucho más fácil mantener los cambios nutricionales adecuados que te ayudarán a perder algo de peso. No hay más que recordar qué hacemos cuando estamos nerviosos, tristes o enfadados: engullimos en lugar de masticar y comemos de forma impulsiva productos poco saludables. En esos momentos, el cerebro intenta –a la desesperada– lograr el equilibrio perdido obteniendo energía rápida.
COME BIEN Y RÍE MÁS
Por lo tanto, el objetivo de los menús que te proponemos más adelante son:
• Que te sientas bien comiendo. E, incluso, controlar esos bajones de ánimo sin causa evidente que algunos días te impiden mostrar una sonrisa.
• Mantener la proporción idónea de nutrientes. Muchas veces, cuando pretendemos seguir una dieta baja en calorías, tendemos a eliminar de nuestros platos alimentos que son indispensables para el equilibrio mental. Por eso, necesitas conocer qué alimentos no puedes dejar de tomar… aunque estés cuidando tu peso y tu figura.
• Tener buenas alternativas para no recurrir a las grasas y a los azúcares como recompensa porque –utilizando un dicho popular muy elocuente– para tu cerebro son “pan para hoy y hambre para mañana”.
UNA DOBLE VÍA
Como ves, la relación entre mala alimentación y un estado de ánimo bajo se produce en un doble sentido: a veces nos alimentamos mal porque estamos deprimidos; pero también ocurre que estamos deprimidos porque nos alimentamos mal. Ese círculo vicioso puede romperse volviendo a comer lo adecuado, porque tu cerebro tendrá menos tendencia a estar deprimido. No olvides también…
• Ajustar las raciones a tus necesidades, no a los demás. Comer más de lo que necesitas, especialmente azúcares y harinas refinadas, hará que se dispare la glucosa, que luego caerá en picado y la consecuencia será un vaivén de sentimientos (la mayoría negativos) y un ánimo en una constante montaña rusa.
• Comer algo cada 3-4 horas precisamente para dar a tu cerebro un flujo constante de energía. • Tomar carbohidratos (de absorción lenta) en su justa medida, pero sin eliminarlos de tu alimentación. Al igual que las proteínas, influyen en la cantidad de triptófano que usa el cerebro. En la página siguiente hemos destacado algunos alimentos que, por su composición, contribuyen a nuestra paz interior y bienestar emocional. Pero son muchos más los que pueden ayudarte a sentirte más positivo. Todos aquellos que adquieren protagonismo en los menús que hemos elaborado este mes.