EL EJERCICIO AYUDA A EVITAR RECAÍDAS
Es bien sabido que el ejercicio reduce el riesgo de cáncer de mama, pero no es tan conocido hasta qué punto es clave para superar la enfermedad. En efecto. Menos de la mitad de las mujeres que han pasado por un cáncer de mama conocen la dosis y el tipo de ejercicio que les puede ayudar en cada etapa del tratamiento. Por eso, los profesionales que nos dedicamos a esto deberíamos hacer un esfuerzo por dar a conocer las recomendaciones. Es muy importante que el ejercicio sea individualizado, pautado y supervisado por un especialista porque cada caso es distinto.
¿Qué ventajas tiene la actividad física durante el tratamiento? Muchas. Prepara el cuerpo para resistir mejor los efectos secundarios de la quimioterapia y la radioterapia, como son la pérdida de masa muscular y la fatiga. Ayuda a que te recuperes antes y mejor de la cirugía, y reduce el riesgo de linfedema. También se ha visto que disminuye las probabilidades de recaída una vez superado el cáncer.
¿Qué efecto provoca el ejercicio en el organismo para evitar que el tumor reaparezca? Entre otras cosas, mejora el riego sanguíneo. Esto hace que los fármacos lleguen mejor al tumor y sean más eficaces a la hora de combatirlo. En GEICAM también estamos estudiando si la práctica de ejercicio físico, desde el diagnóstico hasta el momento de la cirugía, influye en marcadores tumorales y mejora así el pronóstico.