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Menos celulitis
NiNi siquiera las modelos se libran de ella. Más del 80 % de las mujeres padecen celulitis (¡incluso algunos estudios apuntan que la tienen un 95 %!).
• Hay que reconocerlo: eliminarla por completo es difícil. Tratamientos médico-estéticos como la carboxiterapia, la ozonoterapia, las ondas de choque, solas o combinadas con técnicas como los ultrasonidos, la radiofrecuencia y el drenaje linfático ofrecen resultados bastante satisfactorios. Sin embargo, requieren tiempo para asistir a las (numerosas) sesiones y, por supuesto, un alto desembolso económico.
Si prefieres tratar la celulitis “a tu ritmo” y sin tanto gasto, con un poco de constancia y buenos cuidados conseguirás mejorarla notablemente, justo a tiempo para estar a punto cuando comencemos a quitarnos más ropa.
Las cremas idóneas
Fíjate bien en sus ingredientes porque de eso puede depender su eficacia:
• Con cafeína. Tiene acción lipolítica –es decir, “rompe” los triglicéridos o depósitos grasos en fragmentos más
pequeños llamados ácidos grasos–, evita la formación de nuevos depósitos y drena los líquidos retenidos. Es mejor si está en una dosis alta (la concentración máxima es el 5 %) y en fórmulas con alcohol, que aumentan la absorción.
• Dúo cafeína y carnitina. Esta última es un aminoácido que facilita el transporte de los ácidos grasos hacia la parte de la célula que genera energía (la mitocondria), donde se “queman”. Por tanto, si la crema incluye ambos activos, la eficacia se multiplica.
• Sustancias “de refuerzo”. Es recomendable que la crema contenga también:
Algas marinas (fucus, laminaria), que deshacen los nódulos celulíticos. Glaucina,algapalmaria,quinoa o karkadé, que transforman las células adiposas en células que “queman” grasa. Hiedra, equiseto, centella asiática o castaño de Indias, que aumentan la resistencia de las paredes de los capilares para disminuir la hinchazón.
• La textura importa. El aceite y la crema son idóneos porque requieren el masaje. El gel y el espray son útiles si tienes que vestirte justo después.
Cuántas y cuándo
Dos aplicaciones al día son, claro está, más eficaces que una. Si te la pones solo una vez, que sea por la noche porque la piel es más permeable entonces y la crema se absorbe mejor. ¿Y si vas a hacer deporte? Aplícala antes y después porque, al igual que las cremas con cafeína, la actividad física desencadena la
Evita estar sentada muchas horas seguidas, cruzar las piernas y llevar tacones porque la empeoran
lipólisis incluso hasta 3 horas después de haber finalizado el ejercicio. Además, después de actividad los capilares están dilatados y la piel está más “receptiva”.
Mejor con un masaje
¡La crema es hasta un 50 % más eficaz! Con la palma de las manos, amasa en círculos las zonas “acolchadas”. A continuación, haz pases de alisado en sentido ascendente –desde los tobillos o las rodillas hasta las caderas–. Si tus piernas están hinchadas, rodea el muslo con las manos y presiona con suavidad para hacer un efecto bombeo. Finaliza con pellizcos rápidos a lo largo del muslo para tonificar la piel. También puedes usar:
• Ventosa. Succiona la piel para aumentar el flujo sanguíneo y la penetración de los activos. Ten cuidado al usarla.
• Masajeadores eléctricos. Disponen de varios cabezales o rodillos dentados y, en algunos casos, una función de calor que aumenta el efecto.
Tus otros aliados
Incorpóralos a tu plan para optimizar resultados:
• Un exfoliante y un guante de crin. Úsalos en la ducha 1-2 veces por semana sobre las zonas rebeldes para retirar las células muertas y activar la circulación. Si después aplicas la anticelulítica, esta será bastante más eficaz.
• Cápsulas y bebidas drenantes. Con té verde, ortosifón, etc., favorecen la circulación linfática y consiguen aligerar las piernas.