Si la tienes alta, los buenos hábitosson tusalvación
ComoComo nos ha avanzado el doctor Palma al inicio de este artículo, una de las principales características de la hipertensión es que no provoca síntomas evidentes. Tanto es así que incluso se la conoce como “la enfermedad silenciosa”. Por eso, para evitar que las cifras crezcan poco a poco sin que seamos conscientes de ello, el especialista aconseja “tomarse la tensión al menos una vez al año a partir de los 40”. No hay que olvidar que, a medida que sumamos años, el riesgo de que la tensión arterial se desequilibre es mayor.
DESENMASCARAR A LOS NO DIAGNOSTICADOS
Si todos siguiéramos este consejo, sin duda se detectarían muchos más casos de hipertensión que los ya diagnosticados.
• Se cree que el 42,6 % de los adultos que vive en España la sufren, según un amplio estudio llevado a cabo en nuestro país. De todos ellos, se calcula que el 37, 4 % de los casos está sin diagnosticar.
• Pero no solo está infradiagnosticada. De los que saben que son hipertensos, muchos no siguen bien el tratamiento. “Grosso modo, alcanzamos a tratar eficazmente tan solo a 20 o 25 de cada 100 hipertensos”, nos cuenta el cardiólogo de la FEC. Gran parte de los que no se tratan obtendrían resultados fantásticos siguiendo pautas muy sencillas.
UN BUEN ESTILO DE VIDA RESUELVE LA MAYORÍA
Grados de hipertensión hay muchos, pero “afortunadamente, en la inmensa mayoría de afectados su hipertensión arterial es inferior a 160/100”, añade.
• Son casos de hipertensión ligera, en los que con modificaciones en el estilo de vida las cifras se normalizan en la mayoría de los casos. “Son numerosos los estudios que indican que hacerlo puede ser incluso más eficaz que tomarse una pastilla para reducir la presión arterial”, defiende el doctor Palma. Pero precisamente porque el trastorno no da síntomas, los afectados a veces no dan importancia a sus cifras, lo que les lleva a no modificar su estilo de vida y a que la tensión, poco a poco, vaya dañando cada vez más las arterias.
• Una vez se diagnostica el grado de hipertensión (que puede ser ligero, moderado o severo), se establece un tratamiento en función de los órganos a los que la presión arterial alta esté afectando más, lo más personalizado posible.“Hay que hacerlo como un traje a medida”, opina el cardiólogo.