Salud práctica
Aliviar vértigos y mareos
AunqueAunque sean esporádicos y poco duraderos son tremendamente molestos y pueden impedirnos realizar los quehaceres diarios. Con esta breve guía sabrás a qué pueden deberse y cómo mejorarlos.
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Si ocurre cada vez que mueves la cabeza, puede tratarse de vértigo posicional paroxístico benigno y seguramente también notes desde hace semanas o meses problemas en el oído (mala audición, pitidos…). Se aconseja acudir al médico para que, realizando unos giros con la cabeza, pueda “recolocar” unos minúsculos cristales de carbonato de calcio que circulan por el sistema auditivo.
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Si el vértigo te obliga incluso a guardar cama, puede tratarse de una neuritis vestibular. El nervio del oído interno se inflama –quizá por un virus–, pero por suerte en unos días desaparece.
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Cuando se acompaña de dolor de mandíbula y de cabeza, el bruxismo (apretar los dientes) puede ser el verdadero verdadero origen y necesitas una férula de descarga. En los casos más serios puede tratarse con toxina botulínica para relajar el músculo mesetero.
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¿Y si lo causa uno de tus fármacos? Los diuréticos, los medicamentos para el corazón, para la depresión, para la diabetes, los relajantes musculares o el ácido acetilsalicílico pueden originarlo. Pregunta a tu médico.
REMEDIOS SENCILLOS
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Nada más notar el malestar, sujétate a algo para evitar caerte. Ese presíncope ocurre segundos antes de que comience el vértigo.
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Túmbate con los pies en alto o siéntate si lo prefieres. Procura respirar lento y apaga las luces intensas.
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Si te apetece beber, toma una infusión de jengibre a pequeños sorbos. Algunos estudios también han comprobado que la de ginkgo biloba sirve en los casos en que al mismo tiempo aparecen pitidos en los oídos. No la tomes si te han recetado medicación para evitar trombos.
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Reduce la sal y la cafeína. Parece ser que pueden empeorar los ataques al reducir el flujo sanguíneo al cerebro.