Buenos hábitos
Reducir los ronquidos
RoncarRoncar no es un problema menor: puede ser el principio de una enfermedad seria como la apnea del sueño, que provoca interrupciones respiratorias por la noche. Pero, aunque eso no ocurra, roncar afecta a las relaciones personales. Saber por qué lo hacemos puede ser la solución.
Con sobrepeso, roncamos más
Este sonido se genera al dormir porque, al inspirar, el aire encuentra un obstáculo en boca, nariz o faringe, que, al vibrar, produce ese sonido característico.
•
Ganar peso no afecta solo al volumen corporal exterior. Los tejidos internos también acumulan grasa y el aire tiene mayor dificultad para penetrar en el aparato respiratorio.
•
Bajar de peso con una buena dieta y mejorar el tono muscular de esa zona (con los ejercicios que verás en la página siguiente) puede ser la solución perfecta en estos casos. Es necesario combinar ambas cosas (pérdida de peso y mejora muscular) porque a medida que sumamos años la musculatura se hace más flácida y aumenta la posibilidad de roncar.
Cuando el origen está en la boca o garganta
Tener dificultad para respirar por la nariz obliga a hacerlo por la boca. Y, en ella, el aire puede encontrarse con varios impedimentos.
•
Si la lengua es muy gruesa y además se duerme boca arriba, caerá hacia atrás debido a la gravedad y bloqueará el paso del aire. En este caso, lo mejor es dormir de lado. Y para mantener esa posición puedes recurrir a cinturones y almohadas electrónicas que, al detectar ruido, se inflan de un lado o de otro, obligándonos a girar la cabeza.
•
El paladar o la campanilla muy largos predisponen al ronquido. En este caso, la cirugía con láser permite acortar o modificar la forma del paladar, para reducir el tejido sobrante, que es el que vibra con la entrada del aire.
•
La forma de la cara también influye. Si la mandíbula es pequeña y está “retrasada” con respecto al perfil de la cara, tiende a desplazarse hacia atrás al dormir, arrastrando la lengua (que puede ser gruesa), lo que limita la entrada de aire. Cuando esto ocurre, los dispositivos de avance mandibular suelen ser efectivos.
•
Unas anginas o amígdalas muy gruesas son una causa
Quienes roncan mucho suelen tener la tensión más alta porque no disfrutan de un sueño reparador
Si se interrumpe la respiración cuando roncamos, es importante ir al especialista El tabaco inflama la garganta y el alcohol relaja sus músculos, estrechando la entrada de aire y haciendo que ronquemos más
frecuente de ronquido, especialmente en niños hasta los 15 años. A partir de entonces es normal que disminuya su volumen. Pero si su reducción no se llega a producir, en la etapa adulta pueden requerir un tratamiento quirúrgico.
¿Y si el problema está en la nariz?
Resfriados o alergias primaverales suelen bloquear puntualmente el paso del aire por la nariz; pero si somos roncadores habituales, las causas pueden ser:
•
Unos orificios nasales demasiado pequeños. En este caso, pueden resultarnos de ayuda los dilatadores nasales: aros de silicona que se introducen en la nariz. También los hay externos en forma de tiras adhesivas.
•
Cornetes (estructuras carnosas y alargadas que hay en el interior de las fosas nasales) demasiado gruesos. Reducir su tamaño (con radiofrecuencia, bajo anestesia local y sedación) suele ser la solución en estos casos.