LA IMPORTANCIA DE AUTOEXPLORARSE BIEN
La AEDV recomienda dedicar 10 minutos, una vez al mes, a revisar con detalle el aspecto de nuestra piel.
• Qué accesorios necesitas. “Recomendamos situarse frente a un espejo de cuerpo entero y utilizar un espejo de mano para revisar los lugares de difícil acceso y, así, poder abarcar todo el cuerpo”, sostiene el doctor Agustín Buendía, director de campañas de la Fundación Piel Sana.
• En qué debes fijarte. Las cuatro primeras letras del alfabeto (ABCD) pueden ayudarte a recordar los principales signos de alerta de una mancha, lesión o lunar. Acude a tu dermatólogo si identificas uno que sea Asimétrico, con Bordes irregulares, que sea de más de un Color o con un Diámetro de más de 6 mm (un poquito más grande que una lenteja). Por supuesto, debes fijarte también en las características de los diferentes tipos de lesiones cancerígenas que acabamos de mencionar (que pican, sangran, son rugosas, no cicatrizan...).
• El “patito feo”, otra pista. Esta tradicional fábula, en la que un “patito” destacaba porque su aspecto era muy diferente al del resto, puede serte de utilidad a la hora de autoexplorarte. Si mientras revisas tu piel detectas que hay un lunar o peca de aspecto muy diferente al del resto, acude a tu dermatólogo.
• Ve de arriba abajo. Comienza la autoexploración revisando a fondo tu cuero cabelludo. Separa tu pelo en mechones, como haces, por ejemplo, si te tiñes el pelo, y observa si hay alguna lesión extraña bajo el cabello.
• No descuides tus orejas. Hay zonas que puedes no tener presentes, pero en las que es posible desarrollar un tumor cutáneo. Es el caso, por ejemplo, de la parte de detrás de las orejas. Revísala junto al resto del rostro (frente, párpados, nariz, labios e interior de la boca).
• Por delante y por detrás. Tras la cabeza, observa el cuello, el tronco, los brazos, las manos, las piernas y los pies, sin descuidar otras áreas “ocultas” como debajo de las axilas, entre los dedos o las plantas de los pies. Date la vuelta y revisa bien el cuello por detrás, la espalda, los glúteos, los muslos y las pantorrillas.