Nutrientes según el color del alimento
Llenar tus platos de color es una buena forma de saber que tu cuerpo está recibiendo todos los nutrientes imprescindibles
AdemásAdemás de ser un estupendo “chivato” para saber si el alimento está fresco y te aporta todos los nutrientes que contenía en su origen, fijarte en el color de los alimentos te dará mucha más información:
• Conocer cuánto tiempo ha pasado desde su recolección. Te ponemos un claro ejemplo: un brócoli amarillento o con el tallo blanco (y no verde) te está diciendo que es un vegetal viejo y que, por el tiempo pasado, ya ha perdido propiedades. Recuerda que el hecho de que frutas y verduras brillen en el estante del supermercado no es garantía de frescura porque se les suele añadir productos, como la cera de abeja, que sirve de lustre.
• Saber cuánto se ha reducido su valor nutricional al cocinarlos. Si su color no es intenso, es señal de que ya no mantienen todos sus nutrientes. Puedes evitarlo parcialmente si añades un poco de jugo de limón al agua de cocción y también hacerlos al vapor tan solo unos minutos.
QUÉ APORTAN LOS ALIMENTOS BLANCOS
• El blanco es ausencia de color, no de nutrientes. Ajos y cebollas aportan alicina, un “antibiótico natural”, y otros compuestos azufrados; con la coliflor obtenemos antoxantinas, que ayudan a reducir colesterol y presión arterial; y con las peras, quercetina, con propiedades antiinflamatorias.