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VOLVO XC60
Cuando en 2009 Ford decidió vender Volvo al grupo chino Zhejiang Geely Holding Group, se dijo que la marca sueca iba a cambiar por completo. El primer fruto de la nueva era fue el XC90, un coche que desde el primer momento dejó muy buen sabor de boca. La inversión para crearlo no debió de ser pequeña y, para amortizarla al máximo, tanto la plataforma SPA del XC90 como su gama de motores o el interior también se emplean en los S90, V90 y, desde ahora, el XC60.
El XC60 es la versión más pequeña de la plataforma SPA. Con una carrocería de 4,69 m, entra en lucha directa contra los Audi Q5, BMW X5, Mercedes GLC, Jaguar F-Pace... Su diseño exterior recuerda mucho al del XC90, sobre todo en su frontal, y las similitudes del interior son totales. Eso signi ca varias cosas. Primero, que la calidad de materiales y ajustes es sobresaliente. Segundo, que hay muy pocos botones, por lo que las funciones más avanzadas del climatizador, de la radio, etc., se manejan desde una gran pantalla central táctil que, aunque responde muy bien y tiene una gran calidad, cuenta con demasiados men s para manejarla con uidez en marcha.
En el aspecto dinámico, el XC60 obtiene tan buena nota como el XC90, si bien su menor tamaño –27 cm– y mayor ligereza –81 kilos– le aportan un plus de agilidad en carreteras de curvas, un tipo de vías donde su comportamiento es muy bueno por nobleza de reacciones y sensación de control. A esto ayuda también la suspensión neumática opcional de nuestra unidad –2.389e–, que puede ser tan cómoda en autopista como efectiva al contener los movimientos de la carrocería en zonas reviradas y con el asfalto irregular.
El motor del D5 es un 2.0 turbodiésel de 235 CV. Su respuesta es intensa desde poco más de 1.700 r.p.m. Va asociado a un cambio automático de ocho marchas que destaca tanto por suavidad como por rapidez.
En campo, la suspensión neumática permite elevar la altura de la carrocería en 40 mm. Eso, unido a unas cotas razonables y a un buen sistema de tracción, le permitirá llegar hasta donde le dejen sus neumáticos de asfalto.
El precio es el principal inconveniente del XC60. Un Audi Q5 equiparable por motor resulta unos 2.500e más abrato.
AUNQUE ESTE XC60 D5 TIENE UN RENDIMIENTO EXCELENTE, NO HACE FALTA TANTO: EL XC60 D4 RESULTA MUCHO MÁS EQUILIBRADO