Todo Terreno

HORIZONTES LEJANOS

¿TE HAS PLANTEADO ALGUNA VEZ UN GRAN VIAJE, AMPLIOS HORIZONTES, SOBRE CARRETERAS Y PISTAS SIN LÍMITE? SI LA RESPUESTA ES AFIRMATIVA, ESTA PREPARACIÓ­N TE INTERESA._

- TEXTO: F. CALLEJO FOTOS: J. M. PIASENTINI (WWW.DANDOVUELT­ASFOTOS.COM)

El sueño de cualquier overlander (popular palabra inglesa para designar a los aventurero­s sobre ruedas) es disponer de un vehículo cómodo y able, con razonables prestacion­es todoterren­o, pero, sobre todo, con su ciente capacidad interior para llevar la casa a cuestas y permitir un mínimo de confort. Y en este apartado, la lista puede ser larga: mesa, cama, cocina y, si es posible, algunos electrodom­ésticos (la nevera ya es un lujo irrenuncia­ble), baño con ducha de agua caliente…

Así empieza la historia de nuestros aventurero­s de hoy, que disfrutan viajando en familia por los rincones menos transitado­s y buscaban, para ello, el vehículo adecuado. La primera opción, descartada por precio y coste de mantenimie­nto, fue un camión todoterren­o. Luego estuvieron tentados por un Iveco Daily 4×4 de doble cabina, a buen precio y que sí podría llegar a ser económicam­ente sostenible. Pero con una carga útil de poco más de 600 kilos, no quedaba margen para instalar la célula vivienda y el equipaje. Las camionetas o pick ups son una gran opción, pero el grupo familiar tiene tres miembros. Y si te decantas por una de doble cabina (la opción más lógica para una familia), el espacio para la vivienda se reduce muchísimo. Así que la cosa no era sencilla.

En este punto fue crucial su asistencia al Meeting Camper de 2016, la feria que cada año se celebra en San Miguel de Campmajor (Gerona), donde pudieron tomar contacto con todo tipo de vehículos 4x4 vivienda. Allí tomaron la decisión: una gran furgoneta 4×4 “camperizad­a” ofrece versatilid­ad y resulta más habitable que un pick up con célula vivienda, al tiempo que es más económica y manejable que un camión.

Pero, para complicar aún más la elección, nuestros amigos residen en Andorra, donde el mercado automotriz es muy reducido. Importar un vehículo requiere un nivel mínimo de emisiones Euro 5, con los cual los precios se disparan y las opciones van desapareci­endo...

Hace unos tres años, nuestros protagonis­tas ya se habían topado con el furgón Sprinter de nuestro reportaje de hoy en El Tarter, un precioso pueblo pirenaico junto a Soldeu y cerca de la frontera con España. Matriculad­o nuevo en 2008, era exactament­e lo que buscaban y con unas caracterís­ticas muy poco comunes: Batalla larga, motor V6, 4x4 con reductora, Euro 4 (sin necesidad de urea o AdBlue), cambio de seis marchas, pocos kilómetros y solo se utilizaba como vehículo particular. Pero esta “perita en dulce” no estaba todavía madura. Sabiendo que era casi única en

UN FURGÓN 4X4 RESULTA MÁS HABITABLE QUE UN PICK UP CON CÉLULA VIVIENDA, AUNQUE CUENTA CON MENOS CAPACIDADE­S OFF-ROAD

Andorra, una vez por año dejaron notas en el parabrisas, preguntand­o una y otra vez al dueño si la quería vender. Tras mucho insistir, nalmente pudieron llegar a un acuerdo con el propietari­o y comenzó, ahora muy en serio, la aventura.

UN TODOCAMINO GRANDOTE

Si bien a primera vista esta furgoneta Mercedes 4x4 no tiene las capacidade­s todoterren­o de un camión o pick up 4x4, lo cierto es que en un viaje de aventura transitas la mayoría de los kilómetros sobre asfalto, o bien sobre pistas y caminos sencillos, que un Mercedes Sprinter 4×4 puede superar sin di cultades. Y si no puedes pasar, seguro que dando un pequeño rodeo llegas donde necesitas.

La transforma­ción del interior de un vehículo en vivienda requiere una minuciosa plani cación. Además de la típica preparació­n todoterren­o, que en este caso se ha limitado a los neumáticos

del vehículo, incluyendo el peso de los pasajeros. Este reto, habitual al desarrolla­r un vehículo vivienda, resulta tanto más difícil cuanto más pequeño es el automóvil de partida, y no siempre es resuelto con acierto. De hecho, con excesiva frecuencia los vehículos vivienda (caravanas, autocarava­nas) circulan sobrecarga­dos, lo que no solo resulta extremadam­ente peligroso en caso de maniobras imprevista­s, sino que puede conllevar cuantiosas sanciones si estas irregulari­dades son detectadas por las autoridade­s.

En el caso del Sprinter, se partía de un furgón de carga (completame­nte diáfano), y fue fácil diseñar una distribuci­ón partiendo de una hoja en blanco. De este modo, se ha colocado el “salón” en la parte trasera, y debajo se ha dispuesto una área de almacenami­ento, con una parte central de 190 cm de largo, que permite guardar tablas de snowboard y esquíes para las aventuras invernales. También se optó por evitar los armarios sobre el techo y colocar el equipaje y el transporte de vituallas lo más bajo posible, para no elevar el centro de gravedad. De este modo, bajo los asientos se dispone de armarios que ofrecen gran capacidad de almacenaje.

Por este mismo motivo, la calefacció­n autónoma de gasóleo, los depósitos de aguas limpias y negras (potty-WC) están a la altura del piso de la furgoneta, y el de aguas grises (ducha y pila-fregadero), debajo.

En la parte delantera se dispone de otra zona de estar, con un asiento-cama de dos plazas y una mesa. En los asientos del conductor y pasajero se han instalado bases giratorias (homologada­s) que permiten rotarlos hacia atrás, para crear un acogedor espacio para cuatro personas. Con su gran tamaño y elevado techo, la sensación de amplitud en el interior de este furgón vivienda es enorme.

Al nalizar el proceso de camperizac­ión y tras la preceptiva pesada en la báscula… hubo sorpresas. Se superaban ampliament­e los 3.500 kilos en orden de marcha, y fue necesario aligerar el conjunto, eliminando algunos equipamien­tos y rediseñand­o los muebles con materiales más ligeros; todo ello al objeto de mantener la masa en orden de marcha del vehículo con equipaje y pasajeros dentro de los márgenes del fabricante. En este caso no era posible elevar la masa máxima admisible de la Sprinter, ya que el límite de 3.500 kilos es infranquea­ble, pues por

EL SOBREPESO ES UN MAL ENDÉMICO DE LAS AUTOCARAVA­NAS. EN ESTE CASO, HUBO QUE REHACER LOS MUEBLES CON MATERIALES MÁS LIGEROS

encima ya cambia la tipología del vehículo (de N1 a N2) y, además, resulta imprescind­ible disponer del carné de conducir de camión.

¿Y CÓMO VA?

Esta Mercedes es una delicia sobre asfalto, con aplomo y muy buen andar a velocidade­s legales. El motor es elástico y potente, lo que ayuda en las recuperaci­ones y adelantami­entos. Los dos asientos delanteros (con suspensión) resultan cómodos, y el ruido interior está contenido. Sin embargo, el asiento-cama de dos plazas instalado tras el conductor dispone de un respaldo excesivame­nte vertical, no permite ajustes y resulta un tanto agobiante en un viaje largo.

Pero aquí hemos venido a probar un todoterren­o. Con un leve pero importante incremento (+ 20 mm.) en la distancia libre al suelo gracias a los neumáticos de

mayor per l, este Sprinter 4x4 se mueve con soltura por cualquier camino o pista sencilla, aunque el peso en orden de marcha y la altura del conjunto invita a ser prudente debido a las elevadas inercias. Normalment­e se circula en tracción trasera, y solo necesitare­mos acoplar la tracción delantera en zonas embarradas o nevadas. El cambio de 4x2 a 4x4 en marchas largas se puede realizar sin tener que detener el vehículo.

Si el camino se complica, deberemos valorar muy bien las di cultades, pues con su enorme tamaño (casi siete metros de longitud), los ángulos de la carrocería están limitados, primero el largo voladizo trasero y, sobre todo, el ángulo ventral, realmente reducido debido a la enorme batalla del vehículo. Los recorridos de las suspension­es resultan muy limitados, y al más mínimo cruce de puentes, en seguida hay alguna rueda en el aire. Sin embargo, una vez que has tomado la medida a la Sprinter, tienes a tu disposició­n una primera marcha realmente corta que, en conjunto con la reductora (bastante larga y alejada de la de un auténtico todoterren­o), permite normalment­e superar con éxito sencillos pasos trialeros, que a priori parecían inabordabl­es, aunque con más facilidad si el terreno está seco y duro. Sobre barro y super cies blandas, las di cultades se multiplica­n exponencia­lmente, y la prudencia será determinan­te.

Durante un reciente viaje por Marruecos, este Sprinter 4x4 ha superado con éxito su primera gran aventura africana. El consumo medio de gasóleo durante la ruta ha sido de 14,3 litros/100 km, y se han recorrido más de 5.000 km y superado con éxito las exigentes y pedregosas pistas alauitas y las extensas hamadas del sur.

Las suspension­es (prácticame­nte de serie) han sufrido lo suyo, muy especialme­nte la suspensión delantera indepen- diente, que se ha mostrado muy seca y tosca, obligando a ralentizar notablemen­te la marcha. El eje trasero funciona mejor, y se nota la ayuda extra de las balonas de aire que, gracias al compresor instalado (con mando en el salpicader­o), permiten ajustar la dureza de la suspensión en función del terreno. La presión empleada en los neumáticos para circular por carretera ha sido de 4,6 bares (recomendac­ión de fábrica), pero con neumáticos AT de per l más alto (determinan­tes en el éxito de la aventura) se ha reducido a 3 bares para rodar por pista, con una notable ganancia de confort de marcha.

La arena no es lo suyo. El peso y el tamaño le penalizan dramáticam­ente, y es fácil quedarse atascado. Para abordar zonas de playa resulta imprescind­ible deshinchar los neumáticos a 1 bar antes de entrar en la arena, leer bien las trayectori­as y, sobre todo, elegir muy bien dónde nos detenemos. Pero poder llegar a la desembocad­ura del río Draa y disponer de un completo y acogedor apartament­o a orillas del mar, o en medio del desierto… no tiene precio.

LA TRACCIÓN TOTAL PUEDE CONECTARSE EN MARCHA, PERO SI EL CAMINO SE COMPLICA MUCHO, HAY QUE EVALUAR BIEN LAS DIFICULTAD­ES

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