Siniestra siniestralidad
Escribo este texto unas horas después de la presentación, por la Dirección General de Tráfico, de los datos de Siniestralidad Vial correspondientes a los accidentes producidos en 2018. Cuando escuchas los comentarios del director general de la DGT, Pere Navarro, a los informes no puedes más que alegrarte porque se ha reducido el número de víctimas de 2018 contabilizados hasta 30 días después del accidente: 1.806 fallecidos, frente a los 1.830 de 2017; 24 menos –es decir, un 1,3 %–.
Sin embargo, cuando analizas las cifras eres consciente de que cada día han muerto cinco personas. Respecto a los hospitalizados, se han reducido un 6 %, con 611 personas menos –se ha pasado de 9.545 a 8.935–; la bajada es más notable y es un buen síntoma.
Lo bueno es que, en total, todo esto está lejos de los casi diez mil fallecidos en 1989, y que seguimos siendo el quinto país de Europa con menos fallecidos por millón de habitantes, frente a naciones con menos kilómetros de carreteras, muchos menos turistas que alquilan coches –tres millones de operaciones anuales–, con un parque de motocicletas que no se acerca a los 5 millones de motos y, sobre todo, con un clima que para nada acompaña a viajar por carretera tanto como se hace aquí. El objetivo es bajar de los 1.700 fallecidos y reducir el número de hospitalizados, por ello, la seguridad vial todavía es una asignatura pendiente en España. Y es que, a pesar del descenso de 2018, se han incrementado los fallecidos entre personas mayores de 65 años mientras que en los más jóvenes baja la siniestralidad.
Cuando alguien se pregunta el por qué tenían que reducir la velocidad en las carreteras convencionales la respuesta está en las cifras, el 75 % de los fallecidos se producen en estas vías –994 frente a 323 de las autovías y autopistas–. Pere Navarro anunció, en febrero, la reducción generalizada a 90 km/h y, según ha comunicado, parece que los datos -aún sin confirmar- arrojan una mejora del 9 %. Es el estilo de Pere Navarro, grandes decisiones que al final consiguen el objetivo de reducir las víctimas. Por último, para final de año habrá 78 nuevos radares; 20 ya están instalados y comenzarán a sancionar en breve.