El ingenio de los importadores
Cuentan que en la época de la República, Juan
March fletaba desde las Américas barcos enteros cargados de zapatos de un único pie. Cuando el barco con zapatos del pie derecho llegaba finalmente a puerto, March rehusaba pagar los aranceles de la importación; el cargamento era requisado y se subastaba. Pero, ¿quién iba a querer pagar un solo céntimo por todo un cargamento de zapatos derechos? Evidentemente, solo quien tuviera en su poder los zapatos izquierdos. Así, tras adquirir el lote en la subasta por una ínfima parte de lo que le hubiesen costado los aranceles de la importación, el empresario fletaba un nuevo barco con zapatos izquierdos, y la operación volvía a repetirse. Se trata de una anécdota con múltiples lecturas en la que lo importante aquí es el ingenio de quienes consiguen encontrar un hueco para hacernos llegar a los consumidores bienes importados a pesar de las trabas de la Administración. Así, recientemente Suzuki ha revelado que el Jimny va a volver a los concesionarios, a pesar de la norma de emisiones de los 95 gramos, y para lograrlo ha tenido que perder dos de sus cuatro plazas y transformarse en un vehículo comercial ligero. Es una lástima tener que renunciar a las plazas traseras, pero seguro que a la mayoría de los compradores le compensará pagar este peaje por poder disfrutar del único todoterreno puro a precio popular que queda en el mercado. Y, para terminar, te invitamos a que recuperes la comparativa que publicamos en el pasado número entre el Jeep Wrangler y el pequeño Jimny al que (casi) todos habían desauciado, una comparativa en la que se leía “Hoy solo quedan dos modelos con chasis de largueros y doble eje rígido... o uno, tras la salida del mercado de un Suzuki Jimny que, ojo, promete volver”. Saludos TT.