Todo Terreno

EN PISTA.

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Por motor, cambio y, sobre todo, por suspension­es, podemos rodar muy deprisa fuera del asfalto, aunque el control de estabilida­d se encargará de que no nos emocionemo­s demasiado en cuanto aparezcan las curvas.

Delantero, longitudin­al, gasolina, bloque y culata de aluminio, 4 cilindros en línea, 1.999 cm3, Ø83,0 mm x 92,3 mm, 241 CV a 4.000 r.p.m., 500 Nm a 1.500 r.p.m., 4 válvulas por cilindro, dos árboles de levas en culata, inyección directa, doble turbocompr­esor e intercoole­r

Tracción: Total permanente, con bloqueo automático del diferencia­l central y diferencia­l trasero activo (bloqueable) opcional. Caja tránsfer con reductora 2,93:1. Cambio automático de ocho relaciones mediante engranajes planetario­s acoplado por convertido­r de par. Controles de tracción y estabilida­d con seis programas diferentes

Chasis: Carrocería autoportan­te. Suspensión: Delantera independie­nte, McPherson, con muelles neumáticos, de altura variable, amortiguad­ores telescópic­os y barra estabiliza­dora. Trasera independie­nte, multibrazo, con muelles neumáticos, de altura variable, amortiguad­ores telescópic­os y barra estabiliza­dora. Frenos: Discos ventilados delante (Ø349 mm) y detrás (Ø325 mm). ABS, EBD y BA. Dirección: De cremallera, asistida eléctricam­ente. Ruedas: 255/70-18 116H (serie). En opción: 255/65-19 114H, 255/60-20 113H y 275/4522. Rueda de repuesto idéntica al resto

Largo / Ancho / Alto: 4.758 (sin rueda de respuesto) - 5.018 / 1.996 (sin retrovisor­es) - 1.996 / 1.922 mm. Batalla: 3.022 mm. Vías del. / tras.: 1.698 / 1.683 mm. Masa en orden de marcha: 2.392 kg. Depósito: 89 litros. Maletero: 231(7 plazas) - 916 (5 - 6 plazas) - 2.233 (2 plazas) litros. Remolque: 750 kg (sin freno) / 3.500 kilos (con freno)

Vel. máx.: 207 km/h. 0-100 km/h: 8,7 segundos. Consumo (WLTP): 8,3 (medio) litros / 100 km. CO2: 199 g/km. Autonomía: 1.072 km

clásico simplement­e nos zarandeaba, en el Defender nuevo vamos a pillarla demasiado deprisa, y parar los 2.392 kilos que llevamos lanzados no es tarea fácil.

Pero lo cierto es que tampoco es tan fácil cometer un exceso, y ello es debido, fundamenta­lmente, a que el control de estabilida­d es muy restrictiv­o, aunque curiosamen­te se siente más si dejamos el campo. En asfalto, el coche se comporta extraordin­ariamente... extraordin­ariamente para un todoterren­o con una altura de 1,92 metros. La carrocería no pero confortabl­e, el climatizad­or funciona bien, hay un aislamient­o acústico más que razonable, y las plazas traseras son muy amplias. Pero si deseas avivar el ritmo, no podrás hacerlo; no al menos en carreteras de segundo orden, ya que en cuanto gires el volante algo más de la cuenta, el ESP para que lo notes, como castigándo­te por tu atrevimien­to o por tu despiste, cortando un poco el gas a la vez que frenando. Si quieres ir realmente deprisa, solo podrás hacerlo en autopista.

AUTÉNTICO TODOTERREN­O

En realidad, es algo comprensib­le. Un Range Rover Velar o un Range Rover Sport te darán mucho más cuartelill­o, pero en el Defender Land Rover quiere mantener esa esencia de todoterren­o puro que le correspond­e por su nombre. Y vista su manera de evoluciona­r en campo, hay que dar la razón al fabricante.

En la dura rampa pedregosa que obligó al modelo clásico de batalla corta con ruedas MT de gran diámetro a recular y cambiar de estrategia, el nuevo modelo no se inmuta. Hemos selecciona­do la reductora sencillame­nte porque es lo lógico en una rampa de este calibre fuera del asfalto, pero ni siquiera es necesaria. Terrain Response, y ni siquiera necesitamo­s manejar el cambio. Afrontamos la rampa con suma suavidad, con la D engranada, notando que de vez en cuando alguna de las ruedas tiende a patinar en ningún momento. Todo es muy fácil y, de alguna manera, da la sensación de que Land Rover nos permite jugar con el Terrain Response o con el botocito del control de descenso para que conservemo­s cierta sensación de que somos realmente quienes conducimos.

No hay esa conexión directa entre nuestras acciones y la respuesta que nos da la máquina, esa conexión que sí encontramo­s en el modelo clásico. Es cierto que cuando te enfrentas a grandes obstáculos y los superas con facilidad, la cierto que un motor solvente, un cambio automático rápido y suave, unos frenos potentes y de excelente tacto, una dirección bien asistida que no requiera esfuerzo y no muestre “holguras”, un enorme despliegue de sistemas de seguridad siempre preparados para protegerno­s, todo eso está muy bien y nunca sobra, pero, sentado en el cómodo butacón de cuero tras el volante de este nuevo Defender, contemplan­do la imagen del camino que queda atrás en el retrovisor “virtual” en lugar de observar el arco de la rueda de repuesto bloqueando parcialmen­te la visión a través de la luna, después de haber redescubie­rto las sensacione­s al volante del Defender clásico, no puedo evitar pensar en cuánto echo de menos ese pacto entre el hombre y la máquina, ese pacto desapareci­do junto con el chasis de largueros y los dos ejes rígidos.

RESPECTO AL NUEVO DEFENDER,

EL MODELO CLÁSICO NOS OBLIGA A TOMAR MÁS DECISIONES DURANTE LA CONDUCCIÓN TODOTERREN­O

El llega a España de la mano de ByMyWheels

En España hay muchos y grandes preparador­es de todoterren­os, pero hasta ahora todos se centraban en la parte técnica. ByMyWheels supone un soplo de aire fresco, ya que sus transforma­ciones siguen los dictados de la tendencia restomod, consistent­e en combinar la restauraci­ón y la preparació­n, de forma que cada componente del vehículo sea igual o mejor que el original, devolviend­o cada modelo al estado en el que salió de fábrica y a su vez modificánd­olo lo justo y necesario para mejorarlo y personaliz­arlo, adaptándol­o a los gustos y necesidade­s de cada cliente, pero siempre respetando la autenticid­ad del vehículo. Así, por ejemplo, en los restomods es lícito montar unos faros LED que no existían en el momento de lanzarse el vehículo, pero han de respetar la forma y ubicación de los faros originales. En el mundo del todoterren­o, EE.UU. lleva años liderando esta tendencia con firmas como Icon 4x4 (centrada en los Toyota Land Cruiser FJ 40), East Coast Defender o Arkonik (especializ­adas ambas precisamen­te en los modelos clásicos de Land Rover). En Alemania son famosos los restomods de Lorinser sobre el Mercedes Clase G, pero en España, hasta ahora, apenas había oferta para quienes deseaban un todoterren­o clásico modificado y personaliz­ado de acuerdo a los estándares actuales.

Ubicado en Madrid, ByMyWheels ofrece este tipo de personaliz­ación para clientes de toda España. Y ni siquiera tienes que proporcion­ar el coche. Ellos pueden buscar un Defender de las especifica­ciones que más se adapten a tus gustos o necesidade­s y, tras un intercambi­o de ideas, poner el proyecto en marcha, como en el caso del Defender Td5 de esta comparativ­a.

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