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TÉCNICA 4X4

LOS RECURSOS TT DEL LAND CRUISER

- TEXTO: PABLO J. POZA

La actual generación del Toyota Land Cruiser se presentó en Namibia en 2018, como te contamos en un amplio reportaje en el número 213 de FórmulaTod­oTerreno. La llegada de la normativa de emisiones Euro 6 supuso una cierta involución mecánica en términos de potencia, con un nuevo motor 2.8 de cuatro cilindros que rendía 177 CV y 450 Nm (30 Nm menos en el caso de las versiones manuales). Se trataba, sin duda, del talón de Aquiles de este extraordin­ario todoterren­o, un aspecto que ahora ha sido corregido con una evolución mecánica que lleva la potencia hasta los 204 CV, mientras que el par motor sube hasta los 500 Nm, si bien las variantes manuales siguen manteniend­o ese tope de 420 - junto de caja de cambios y embrague.

Se trata de una actualizac­ión realmente importante, ya que soluciona el aspecto menos logrado del que en muchos otros aspectos es el mejor Land Cruiser de una historia que en 2021 celebra nada menos que 80 años. Hemos podido conducirlo fuera del asfalto en un exigente recorrido todoterren­o, analizando sus diferentes recurso o -road y tratando de sacarles el mayor provecho posible. Y es precisamen­te en esos recursos en lo que queremos centrarnos en esta ocasión.

EN PISTA SENCILLA

Nuestra prueba, breve pero intensa, ha transcurri­do totalmente fuera del asfalto, en un recorrido en el que los caminos bastante sencillos aunque con algunas pendientes pronunciad­as se combinaban con zonas trialeras. Lo primero que nos ha llamado la atención es que el motor parece tener una respuesta claramente

más generosa en la zona baja del cuentarrev­oluciones, lo que hace que la evolución por todo tipo de terrenos sea más es desconecta­r el modo de conducción Eco y circular en el programa Normal o en Sport. Esto en realidad es solamente necesario cuando no usemos la reductora, ya que al conectarla se conmuta una curva de respuesta del acelerador del modo Eco, la cual es menos progresico­n baja carga.

Hemos de recordar que, en función del acabado, el Land Cruiser está disponible con dos cajas de cambio (manual o automática, en ambos casos de seis velocidade­s), y también en función del acabado y de la transmisió­n varían los recursos disponible­s.

En cualquier caso, independie­ntemente de la versión, todos los Toyota Land Cruiser se construyen sobre un chasis de largueros y travesaños, con el motor, el

EL NUEVO MOTOR DE 204 CV SUPONE UN IMPORTANTE AVANCE. NO SÓLO ES MÁS POTENTE, SINO QUE SE MUESTRA MÁS “LLENO” CERCA DEL RALENTÍ

cambio y la tránsfer montados longitudin­almente.

Ubicada a la salida del cambio, la caja tránsfer reparte el par de forma permanente a los dos ejes e integra tanto un diferencia­l autoblocan­te Torsen (que puede bloquearse al 100 % manualment­e) como la reductora. Asimismo, todos los Land Cruier disponen de ABS con programa todoterren­o y suspension­es de largo recorrido, independie­ntes en el tren delantero y mediante eje rígido con brazos longitudin­ales, barra Panhard y muelles en el tren trasero. A partir de aquí, podremos sumar elementos como el Crawl Control, el Multi Terrain Select, las barras estabiliza­doras interconec­tadas y, próximanet­e, el bloqueo del diferencia­l trasero, que volverá a estar disponible en las versiones VX y VXL; una gran noticia para los usuarios más todoterren­eros.

Así, en caminos sencillos lo único que debemos hacer al conducir el Land Cruiser es apuntar con el volante hacia donde queremos ir y modular el acelerador y el

freno. El confort es razonablem­ente bueno, a pesar de que las ruedas de la unidad para reducir el riesgo de pinchazos en las zonas más pedregosas.

Otro aspecto importante es no activar el bloqueo del diferencia­l central. Si lo hacemos, estaremos obligando al tren trasero a gestionar la misma cantidad de par que el tren delantero y a recorrer la misma trayectori­a, por lo que en las curvas más cerradas notaremos cómo el vehículo gira con la transmisió­n a un esfuerzo innecesari­o.

PISTA ABRUPTA

Cuando el terreno se complique con cárcavas, piedras o pequeños obstáculos que nos obliguen a pasar despacio, podemos recurrir al bloqueo del diferencia­l

central, especialme­nte siempre que notemos que el control de tracción (A-TRC) está trabajando (lo oiremos en forma de una serie de chasquidos metálicos, y también podemos sentirlo como una leve vibración), si bien es convenient­e llevarlo abierto siempre que sea posible, para disponer de mejor radio de giro y evitar esfuerzos innecesari­os a la transmisió­n.

Por ese mismo motivo, no debemos olvidar desconecta­rlo una vez que hayamos

accionarlo. También podemos usarlo preventiva­mente cuando creamos que una de las ruedas va a quedar en el aire o si vamos a superar una zona en la que prevemos traccionar (un banco de arena o una zona embarrada), y de este modo podremos evitar la entrada del control de tracción (o minimizar su necesidad) y pasar con mayor de desactivar­lo cuando no lo necesitemo­s.

ZONAS TRIALERAS

En las zonas trialeras, el Toyota Land Cruiser se crece. A pesar de que conducimos una variante de carrocería larga, sus capacidade­s de franqueo son sobresalie­ntes. La reductora y el convertido­r de par (de bloqueo variable) van a permitirno­s superar obstáculos difíciles de manera

SI DESACTIVAS LOS BLOQUEOS DE LOS DIFERENCIA­LES SIEMPRE QUE NO SEAN NECESARIOS, REDUCIRÁS EL DESGASTE DE LA TRANSMISIÓ­N

bastante fluida. Si que es cierto que cuan-do la altura Libre al suelo escasee, debere-mos tener mucho cuidado con la corn-presion de las suspension­s delanteras, que al contar con un tarado blando para favorecer la articulaci­on de las ruedas y el confort, pueden comprimirs­e bastante si no tenemos cuidado y propiciar el impac-to de los bajos con los obsticulos. Para evitarlo, lo primero es emplear la reductora, que nos permitira superar el obstaculo a una velocidad menor dispo-niendo de una cantidad de par mayor pan avanzar. Es fail en el caso de los vehiculos con caja de cambios automatica, e impres-cindible en los de cambio manual, en los cuales nos permitird pasar por la mayoria de los obsticulos al ralenti, sin necesidad de acelerar ni de pisar el embrague, algo que debemos evitar a toda costa En el caso concreto del Land Cruiser, la insercion de la reductora se realizes mediante un motor electric° accionado por un conmutador circular. Funciona bien, pero requiere que esperemos un par de segundos con el cambio en punto muerto para dar tiempo al servomotor a que engrane la ralacion corta.

PEDREGALES

Nuestro recorrido contaba con un obsticulo artificial compuesto por grandes piedras sobre las que debiamos avanzar en linea recta. En este escenario, el bloqueo del diferencia­l central siempre va a ser ya que al no tener que girar, no necesi-tamos el diferencia­l, y siempre es bueno saber que vamos a evitar que el tren motriz con menor capacidad para avanzar se lleve la mayor pane del par disponible. El Land Cruiser cuenta, no obstante, con un diferencia­l central autoblocan­te Torsen que limita eras transferen­cias interaxial­es de par a la vez que permite el diferente giro de las ruedas. De todos modos, en campo un Torsen es como un grifo a medio abrir, mientras que un blo-queo total es como un grifo cerrado. El Land Cruiser no tiene grandes pro-blemas para superar el pedregal, pero si para hacerlo con delicadeza. Resulta facil tocar con los bajos si no evoluciona­mos con la necesaria suavidad. Aqui las ruedas han de ascender y descender sobre el contomo de las piedras constantem­ente, lo que nos obliga a acelerar (para ascen-der) y frenar (para evitar un descenso

demasiado rápido). Pero si no somos extremadam­ente cuidadosos, las suspension­es (que son muy blandas precisamen­te para proporcion­arnos una mayor motricidad) se comprimirá­n en exceso, y la altura al suelo (especialme­nte en la parte delantera, con suspension­es independie­ntes) se reducirá. Por tanto, aquí lo mejor es retener el coche con el pie izquierdo mientras aceleramos de forma más o menos constante con el derecho lo necesario para pasar el obstáculo. Si conseguimo­s coordinar bien el uso del pie izquierdo (el verdaderam­ente importante aquí), los momentos en los que las ruedas descienden el obstáculo, se aceleran y las suspension­es se comprimen serán mucho más progresivo­s, mientras que si usamos un único pie no seremos capaces de actuar con la necesaria rapidez y, por tanto, con la necesaria suavidad.

VADEOS

Un recurso que a menudo pasa desapercib­ido en el Land Cruiser es el ralentí forzado, que se activa mediante el pulsador rotulado ‘Idle up’. Básicament­e, aumenta el régimen de ralentí cuando el motor está frío, evitando que se cale. No es mala idea accionarlo siempre antes de realizar un vadeo, que es la circunstan­cia en la que menos queremos que el motor se detenga, ya que el agua podría entrar por el escape y llegar al motor. Es, por tanto, especialme­nte interesant­e en los Land Cruiser con cambio manual. Y no te preocupes por emplearlo innecesari­amente; cuando el motor se encuentra a la temperatur­a óptima de servicio, el sistema no se conecta. Eso sí: si lo dejas pulsado, cuando arranques con el motor frío se conectará.

RECURSOS ADICIONALE­S

En el caso de conducir una versión de acabado Limited, nuestro Land Cruiser contará con dos recursos adicionale­s: el Multi Terrain Select (MTS) y el Crawl Control. El primero es una interfaz de escenarios de conducción al estilo del Terrain Response de Land Rover. Básicament­e, cuenta con cinco programas con diferentes leyes para el control de tracción.

Mucho más interesant­e resulta el Crawl Control, un control de avance activo especialme­nte útil en escenarios como el

SALVO EN LOS CASOS PUNTUALES EN LOS QUE NECESITEMO­S INERCIA, SER SUAVES Y PROGRESIVO­S VA A JUGAR SIEMPRE A NUESTRO FAVOR

paso rocoso antes mencionado, en el que podemos dejar que sea el sistema el que module el acelerador y el freno para que superemos la zona de forma progresiva. Además, en combinació­n con el MTS, es capaz de sacarnos de algunos atolladero­s, como atascos moderados en bancos de arena. Parece increíble, pero damos fe de que funciona.

Asimismo, hay otros recursos como el control de descenso de pendientes, el de arranque en cuesta, el diferencia­l trasero de deslizamie­nto limitado, la suspensión KDDS (un sistema hidráulico que interconec­ta las barras estabiliza­doras y permite que presenten un mayor o menor juego) o los ya mencionado­s A-TCR y el diferencia­l central Torsen que están siempre ahí, ayudándono­s en campo sin necesitar nuestro concurso.

¿QUÉ LAND CRUISER ELEGIR?

Dependiend­o del acabado y el tipo de cambio, el Land Cruiser cuenta con más o menos sistemas de ayuda a la conducción, tanto en asfalto como en campo. En la actualidad, se vende con carrocería­s corta y larga, con acabados GX, VX, VXL y Limited. La carrocería corta es mejor de cara al uso todoterren­o por sus cotas más favorables, pero su habitáculo es claramente más pequeño, tiene menos maletero y su accesibili­dad a las plazas traseras es también peor. Sus precios oscilan entre los 40.000 y los 73.600 euros.

En cuanto a los acabados, el GX va asociado siempre al cambio manual, el VX puede ser manual o automático, mientras que los VXL y Limited son siempre automático­s. Tanto los GX como los VX disponen de llantas de 18 pulgadas y neupara el campo que los de 19 pulgadas de los VXL y Limited, si bien este no es un - bado VXL introduce las estabiliza­doras interconec­tadas (solamente en los Land Cruiser largos), que dan al vehículo una mayor articulaci­ón de las suspension­es y, por tanto, una mayor estabilida­d. En cuanto al acabado Limited, que es exclusivo de las variantes largas, cuenta con los sistemas Crawl Control y MTS.

Por último, las versiones automática­s, independie­ntemente de su acabado, disponen del sistema de control de descenso de pendientes, ya que así compensan la menor retención del cambio automático respecto al manual.

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Generalmen­te, el bloqueo del diferencia­l central y el control de tracción serán suficiente para resolver un cruce de puentes en el que dos ruedas queden en el aire momentánea­mente, si bien con el bloqueo trasero todo será mucho más fluido.
CRUCE DE PUENTES. Generalmen­te, el bloqueo del diferencia­l central y el control de tracción serán suficiente para resolver un cruce de puentes en el que dos ruedas queden en el aire momentánea­mente, si bien con el bloqueo trasero todo será mucho más fluido.
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 ??  ?? RITMO CONSTANTE.
En zonas delicadas, buscaremos un ritmo constante, si bien uno de los inconvenie­ntes del cambio automático es que su acoplamien­to con la transmisió­n (el convertido­r de par) necesita “cargarse” antes de trasladar el par motor a la caja tránsfer para que desde ésta llegue a ambos ejes. Debemos evitar sobreactua­r con el acelerador, para no “cargar de más” el convertido­r y tener luego que levantar el pie.
RITMO CONSTANTE. En zonas delicadas, buscaremos un ritmo constante, si bien uno de los inconvenie­ntes del cambio automático es que su acoplamien­to con la transmisió­n (el convertido­r de par) necesita “cargarse” antes de trasladar el par motor a la caja tránsfer para que desde ésta llegue a ambos ejes. Debemos evitar sobreactua­r con el acelerador, para no “cargar de más” el convertido­r y tener luego que levantar el pie.
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Aunque es menos eficaz que un bloqueo de diferencia­l, tiene la ventaja de estar siempre activo y de trabajar en todas las ruedas, por lo que actuará ante un imprevisto frenando una rueda que patine eventualme­nte para evitar que se desperdici­e todo el par.
CONTROL DE TRACCIÓN. Aunque es menos eficaz que un bloqueo de diferencia­l, tiene la ventaja de estar siempre activo y de trabajar en todas las ruedas, por lo que actuará ante un imprevisto frenando una rueda que patine eventualme­nte para evitar que se desperdici­e todo el par.

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