BUitrago del Lozoya
Buitrago del Lozoya fue parada y fonda del Camino Real de las Postas, que iba hasta Francia, y de ahí su importante tradición gastronómica y oferta de alojamiento que hoy hace de esta población al borde de la autopista A-1 el perfecto lugar de inicio de una ruta por la sierra nororiental de Madrid. Pero queremos poner en valor el porqué de uno de sus patrimonios culturales más importantes: su Museo Picasso. Y éste nace de una curiosa historia local. Un lugareño de Buitrago, Eugenio Arias, de profesión barbero y que desde los nueve años aprendiera el oficio en su casa familiar; un día deicidió que esta ruta real debía marcar su impronta personal y la tomó para convertirse en un emigrante más en tierra galas. Gracias a su oficio, cayó en sus manos la cabeza del ilustre Pablo Picasso, que pondría sus cabellos a la consideración del joven Eugenio. Su nostalgia por España, su pasión por las corridas de toros, a las que acudían en Arles y Nimes, forjó una amistad muy personal, que con el devenir de los tiempos se terminaría convirtiendo en un Museo Picasso en la tierra que viera nacer al barbero: Buitrago, una población que, además de su patrimonio histórico y arquitectónico, suma con este museo una llamada para quien quiera conocer en tierras madrileñas esta especial y personal colección picassiana.