CONTACTO
NISSAN QASHQAI 2021
Aunque son muchos los fabricantes que presumen de haber inventado lo que hoy conocemos como SUVs, el Nissan Qashqai fue el primero que se ajustó a la fórmula que, a día de hoy, arrasa en ventas. Era el año 2007 cuando Nissan ponía a la venta un coche que, por tamaño, equipamiento, comodidad, plataforma, gama mecánica y casi hasta precio, era lo mismo que un simple compacto… pero con ciertas capacidades todoterreno. Y gustó. ¡Vaya que si gustó! Gustó tanto que sus ventas se dispararon, y todas las marcas empezaron a replicar esa fórmula hasta cuentan con gamas en las que hay casi una decena de SUVs.
Quizá por eso de que “el que da primero da dos veces”, el Nissan Qashqai ha sido el rey de ventas del segmento desde su nacimiento.
Así que en Nissan han seguido la máxima de no tocar demasiado aquello que funciona, y eso que esta tercera generación poco tiene que ver con la anterior. Sí, su diseño es claramente ‘Qashqai’, pero ahora se muestra más musculoso y llamativo que antes, aunque para ello haya que recurrir a las exageradas llantas de 20 pulgadas en el acabado Tekna+. Ha ganado tanto en presencia que sorprende descubrir que este Qashqai es solo tres centímetros más largo que el anterior, una diferencia mínima que llama la atención aún más cuando vemos las mejoras en habitabilidad de un interior que, además, resulta más fresco, moderno y hasta transmite más sensación de calidad.
HAY TRACCIÓN TOTAL
El Qashqai cuenta con dos opciones de gasolina, ambas microhibridadas y con etiqueta Eco de la DGT. Parten de un mismo motor 1.3 DIG-T, con 140 o 158 CV, y solamente el más potente puede llevar tracción total y cambio automático. Hay, además, seis acabados: Visia (exclusivo
del menos potente), Acenta, N-Connecta, Tekna, Tekna+ (exclusivo del de 158 CV), además del Premiere Edition, que es una versión de lanzamiento.
Desde el acabado más básico se incluyen elementos como la cámara trasera, el aire acondicionado, conectividad Android Auto y Apple CarPlay, así como una pantalla central de ocho pulgadas. El climatizador y el acceso sin llave se añaden con el acabado Acenta, mientras que el N-Connecta incluye pantalla central de nueve pulgadas, instrumentación digital de 12,3 pulgadas, cargador inalámbrico y navegador. Por su parte, el acabado Tekna añade el sistema ProPilot de ayuda a la conducción y los faros full led, y el Tekna+ suma llantas de 20”, equipo de audio Bose, asientos eléctricos y con masaje, además de techo panorámico.
Y si te estás preguntando por las versiones diésel, sencillamente no hay. Los más ahorradores tendrán que esperar a una próxima ampliación de la gama con una variante híbrida enchufable de 190 CV, disponible únicamente con tracción delantera.
BUEN CONSUMO
Nos ponemos al volante de una vapero para apreciarla tendrás que jugar con el cambio para tratar de moverte por encima de las 4.000 r.p.m. Si conduces tranquilo, gasta poco (de siete a siete litros y medio a cada 100 kilómetros en condiciones reales), siempre delantera. Por norma general, los 4x4 suelen añadir entre medio litro y un litro extra al consumo. Y, como de costumbre,
hablamos de motores sobrealimentados por turbocompresor, cuya horquilla entre el consumo mínimo y el que lograremos con una conducción dinámica puede ser muy amplio.
Otra baza que juega el Qashqai es su precio. En general, es más asequible que sus principales competidores, si bien nosotros hemos conducido la versión más potente y equipada, cuya factura roza los 37.000 euros.
INTERIOR BIEN CUIDADO
En cuanto al interior, el salpicadero destaca especialmente tanto por la buena presencia que tiene como por la sensación de amplitud que transmite. Además, nos sorprende agradablemente por incluir - más son siempre de buen tamaño, frente a la actual tendencia a hacerlo todo táctil. Eso sí, para manejar el equipo de audio o el Bluetooth tendremos que manipular la pantalla central táctil, que cuenta con iconos bastante grandes y responde mucho mejor que la anterior, si bien algunos menús podrían ser más intuitivos.
De cara a esa percepción de mayor calidad, el nuevo Qashqai emplea unos materiales bien tratados y de buen tacto.
También mejora esa presencia la calidad de la pantalla central o de la instrumentación digital. Los remates están bien cuidasolamene hemos apreciado algún mínimo desajuste que, además de entrar dentro de lo habitual, no generaba ruidos ni grillos.
Por otra parte, la postura al volante es buena, con una posición más cercana a la de un turismo convencional que en los primeros Qashqai. No nos ha convencido del todo la ubicación de la palanca de cambios manual, que se encuentra demasiado arrimada a la derecha.
Por su parte, en las plazas traseras encontramos que destacan por anchura y también ofrecen una buena altura. Solamente la distancia para las piernas es un poco más discreta y, aun así, está en la media de su categoría. Por tanto, está bastante bien comparado con sus rivales.
En cuanto al maletero, todo lo que sea superar los 500 litros ya está bien en este segmento, aunque las versiones 4×4 se quedan en 479 litros. El maletero del Nissan Qashqai ofrece doble fondo de serie, y esta versión incluye apertura eléctrica con manos libres (se abre con el botón o pasando el pie por debajo del paragolpes).
EVOLUCIÓN MECÁNICA
Al hablar del aspecto mecánico, encontramos muchas más novedades. La primera es la plataforma. Este Qashqai es el primer modelo de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi en emplear la CMF-C, una evolución de la CMF-C/D que utilizaba el anterior Qashqai y que está preparada para usar sistemas motrices tanto pucomo el Qashqai e-Power híbrido que se pondrá a la venta en 2022. En principio, no habrá uno puramente eléctrico, papel que jugará el nuevo Nissan Ariya.
Más conocidos son los motores, pero con matices. Como ya hemos visto, el Qashqai se vende con 140 y 158 CV, pero siempre utilizando el mismo bloque
1.3 turbo que ya conocíamos de otros modelos de Renault y hasta del anterior Qashqai. Sin embargo, en este caso los
NO HAY VERSIONES DIÉSEL NI LAS HABRÁ, AUNQUE PRÓXIMAMENTE SE INCORPORARÁ A LA GAMA UNA VARIANTE HÍBRIDA ENCHUFABLE
motores están micro-hibridados con un sencillo sistema de 12 voltios que les sirve para obtener la etiqueta Eco, por mucho que en la práctica su consumo sea similar al de otros rivales de esa potencia y tamaño sin micro-hibridar.
EN MARCHA
Esta versión de 158 CV destaca por ser suave, agradable, progresiva y hasta silenciosa, con un consumo razonabl, como ya hemos visto. Sin embargo, le falta fuerza por debajo de 2.000 vueltas, lleva unos desarrollos de cambio largos (algo habitual hoy día) y, por eso, hasta que superas las 3.500 r.p.m., resulta más perezoso de lo esperado.
Por comportamiento, ha ganado claramente en aplomo y comodidad, y sigue siendo un coche que antepone la sensación de control y seguridad a la agilidad. Es, ante todo, un automóvil igual de agradable tanto para viajar como para el día a día. Digamos que hay pocos SUV de su segmento más cómodos (por ejemplo, un Citroën C5 AirCross), y solo algunos más ágiles; principalmente, los que llevan la plataforma MQB de Grupo Volkswagen: Seat Ateca, Škoda Karoq, etc.
Tampoco es un problema, porque todo irá a la perfección para la inmensa mayoría de los conductores que buscan un coche de este tipo, que probablemente jamás aprecien las leves imprecisiones que generan las llantas de 20 pulgadas en zonas de curvas, sobre todo cuando el asfalto es irregular, y que con unas llantas más pequeñas, sin tanto peso oscilando ahí abajo, no habría. Lo que sí notarán son los 250 euros que vale cada uno de sus neumáticos Michelin Primacy 4 cuando tengan que cambiarlos. Eso sí: llanta de 20 pulgadas o tracción total implica el montaje de suspensiones traseras multi-brazo en lugar de las habituales de brazo tirado.
Pero, a pesar de estos excesos, el Nissan Qashqai ha mejorado en todo. Por eso, si antes era una buena compra, ahora lo es aún más. Eso sí, seguimos sin encontrar motivos de peso para decir que es la mejor opción de su categoría.