EL AIRBAG CUMPLE 50 AÑOS
Todos los automóviles, SUVs y todoterrenos que conducimos a diario disponen de airbag tanto para el conductor como para el acompañante. Ya nos hemos acostumbrado a que forme parte de nuestro 4x4 debido a que su instalación en vehículos nuevos es obligatoria (desde 2006 en Europa y nada menos que desde 1997 en EE.UU.).
La idea de instalar una especie de balón protector inflable integrado en el volante surgió en 1951 de la mente del inventor alemán Walter Lindner, si bien hace 70 años era imposible llevarla a cabo debido a dificultades técnicas que convertían la patente de Linder en una simple idea teórica. Así, a partir de 1966, los ingenieros de Daimler comenzaron a trabajar en el desarrollo de un modelo viable, para lo que hubo que desarrollar sensores de activación fiables, un sistema pirotécnico capaz de generar la presión necesaria para inflar el airbag en milésimas de segundo o un tejido suficientemente resistente y compacto (poliamida), entre otros desafíos técnicos. Así, cinco años más tarde y después de 250 crash test reales, el 23 de octubre de 1971, se patentaba el primer airbag en Europa, que no se introduciría en un modelo de producción hasta finales de 1980, cuando sería estrenado por la primera generación de la berlina de gama alta Clase S (W126), combinado con un pretensor del cinturón de seguridad.
Curiosamente, el desarrollo del airbag en EE.UU. surge paralelamente al desarrollo europeo, con una patente igualmente teórica registrada en 1952 por el norteamericano John W. Hetrick y posteriores desarrollos a partir de los años 70 (con la patente de Hetrick ya expirada) por parte de Ford, Chrysler y General Motors.
La NHTSA (la DGT de EE.UU.) ha estimado que los airbags son responsables de haber salvado más de 50.000 vidas en EE.UU. en el periodo comprendido entre 1987 y 2017, motivo suficiente para desearle un feliz quincuagésimo aniversario a este dispositivo de seguridad.