Furgoneta 100% digital
Volkswagen no quiere perder comba en un mercado que considera creado por el primer Bulli hace 70 años. Ahora que la competencia ha empezado a acechar más que nunca, la gama T va a recibir una actualización, de ahí que el nombre de la familia sea 6.1. El objetivo de VW con ella no es otro que acercar de esta furgoneta a lo que hoy es una berlina. No es para menos, en países como España, las variantes familiares copan el 75% de las ventas de la gama T. Así, el modelo que sirve de base al Transporter, Multivan, Caravelle y California se renueva desde octubre sobre todo en su interior, donde recibe un puesto de conducción copiado del Golf. La Volkswagen T6.1 lleva el mismo chasis, motores y cambios manual y DSG-7 que la T6.
Técnicamente, solo hay cambios en la nueva dirección electromecánica, que ha obligado a hacer algunos ajustes en las suspensiones. Poner motores eléctricos en la dirección era necesario para el funcionamiento de los asistentes asociados toda la electrónica que incorpora esta furgoneta.
Entre estos sistemas de seguridad destaca la ayuda activa al mantenimiento de carril, control de crucero adaptativo con Stop & Go, asistente de viento lateral con ayuda activa en la dirección, el de aparcamiento o el Trailer Assist con el que poder ajustar cómo desplazar un enganche a través de un botón giratorio que se convierte en un joystick, aunque hay más.
La nueva suspensión adaptativa DCC de segunda generación ofrece una mayor variedad en los ajustes y algo más de confort al poder ir adaptando la fuerza con la que sujeta el chasis. Aunque en la prueba por Amsterdam cuesta ver diferencias dinámicas con la T6. Hace ya un año que Volkswagen dejó de ofrecer mecánicas de gasolina en su gama T por falta de demanda, así la T 6.1 solo está disponible con motores diésel. En concreto hay cinco opciones de potencia sobre un mismo TDI Euro 6d TEMP-EVAP de dos litros e inyección por common rail: 90 CV, 102 CV, 114 CV, 150 CV y 199 CV, este último con un doble turbo y solo disponible para los acabados familiares Caravelle y Multivan.
Aunque la parrilla se ha hecho más grande y muy similar a la del último Passat y también los faros y las aletas han sufrido un ligero rediseño, la gran mayoría de los cambios en la familiar VW Transporter están el interior. La T6.1 incorpora la posibilidad de personalizar la iluminación, un sistema de llamada automática de emergencia, llamada de información, ver el estado de vehículo, aviso automático de accidente, posición de estacionamiento o un planificador de citas con el servicio de taller.
Estéticamente, lo más llamativo es el salpicadero muy al estilo del VW Passat o del último Golf, con un cockpit digital de 10,25 pulgadas, de serie en las versiones más altas y opcional en las más bajas, y que solo te mostrará el sistema de guiado del navegador si equipas la versión superior Discover Pro.
En ese caso, el GPS se puede dirigir con la voz, con solo decirle a la Bulli un “quiero ir a...” donde sea; la pantalla del salpicadero también admite controles gestuales. Lo más tecnológico en el segmento hasta que lleguen el Bulli eléctrico y la Volkswagen T7, previstos para 2022. Y también lo más racional sino fuera por la leña que cuesta: tras casi 130 km de prueba, el consumo se quedó en unos dignos 6,8 l/100 km.
IR EN FURGONETA COMO EN UNANA BERLINA