El compacto ECOnómico
Desde enero, Merecedes ofrecerá su compacto Clase A y el familiar Clase B en variantes híbridas enchufables bajo la denominación 250 e. Equipados con un motor eléctrico de 75 kW y 300 Nm unido a su propulsor de gasolina de 1.300 cc y 160 CV, la potencia conjunta que ofrecen es de 218 CV. Pero ya no estamos en los tiempos de medir las coches así, sino en torno a su frugalidad a la hora de consumir y de emitir.
Y en esto, los híbridos con enchufe son casi imbatibles. Este en concreto lleva una batería de 15,6 kWh de capacidad que, para que te hagas una idea, es casi la misma que la del Mitsubishi i-MiEV, un eléctrico de primera generación que tenía 160 km de autonomía. La del Clase A 250 E en modo 100% eléctrico es de 75 km ( por 70 en el Clase B), más que suficiente para conseguir homologar un consumo de 1,5 l/100 km y unas emisiones de CO de solo 34 g.
Unas cifras que, sinceramente, me parecían poco verosímiles antes de probar este coche durante unos 50 km por carreteras de Alemania, concretamente, en la montañosa Selva Negra. Cuando me subo, de hecho, solo le queda como la mitad de la batería y no me propongo circular en modo ahorrativo, aunque sí voy a tratar de exprimir hasta el último electrón de la batería.
Las sensación al principio es rara. Por un lado, notas que el coche pesa bastante (vamos cuatro personas a bordo) y además algo deben notarse los 200 kg adicionales del equipamiento eléctrico: 170 del acumulador y 30 kg de la electrónica. Pero por otro, el modo eléctrico, todo funciona como si llevaras un coche a pilas. El Clase A 250 E acelera que da gusto sin tirar del motor de gasolina hasta los 140 km/ h y aprovecho que estoy en Alemania para comprobarlo.
Aunque puedes aprovechar el modo eléctrico hasta el último kilómetro de autonomía (cosa comprobada también), puedes intentar estirarla aumentando la recuperación de la frenada con las levas del volante, cosa que se hace según cinco intensidades: D AUTO, D+, D, D- y D- -. También puedes activar el modo “battery level” para salvaguardar carga si te interesa para, por ejemplo, entrar y salir de ciudad.
Al final, más del 70% de los 50 km que ruedo con el Clase A 250 e han sido en modo eléctrico - dispone de otros dos programas de conducción: Confort y Sport-, pero es que para eso tiene la batería que lleva, gracias a ella, el consumo durante mi prueba se ha quedado en 2,2 l/100 km, razonablemente cerca del homologado 1,5 l/100 km que en la práctica permitirá que este coche lleve la etiqueta CERO de la DGT con todas las ventajas que conlleva.
Y hablando de ventajas, aunque falta conocer el precio de los Clase A y B con enchufe, al menos en Alemania se ofrecen a igual coste que los modelos diésel o gasolina equivalentes, lo cual seguro que hará a muchos alemanes pasarse a la movilidad híbrida enchufable. A ver si la política de precios en España nos lo pone igual de ‘a huevo’. Vicente Cano