Para grandes ambiciones
HA CRECIDO DE TAMAÑO Y AHORA ES MÁS LARGO Y MÁS ANCHO, AUNQUE ALGO MÁS BAJO
Recuerdo el primer BMW X6 y la exclamación general que produjo su llegada; no fueron pocos los que pensaron que era demasiado en todos los sentidos y mira, ya vamos por la tercera generación que además… ¡ha crecido de tamaño! Ahora mide 4,935 metros de largo (+26 milímetros), 2,004 metros de ancho (+15 milímetros), aunque es 6 mm más bajo (se queda en 1,696 metros), y su distancia entre ejes también se ha estirado hasta los 2,975 metros.
Gracias a esto, claro, se consigue un habitáculo realmente espacioso en el que los pasajeros podrán viajar en excelentes condiciones de confort -aunque sobre esto profundizaré más tarde-; además, su maletero tiene una capacidad de 580 litros, ampliable a 1.530 litros con los asientos traseros abatidos- por lo que habrá espacio más que suficiente para todos los ‘ por si acaso’ que tus acompañantes quieran llevar de manera innecesaria.
Será un todocamino de genética deportiva, desde luego, pero estamos hablando de una marca premium y por tanto, a bordo encontrarás también un nivel de calidad lujo apropiado. De serie encontramos, por ejemplo, materiales como el cuero Vernasca pero como opción se puede elegir el cuero Merino de BMW Individual, posavasos termoeléctricos frontales para enfriar y calentar bebidas, techo panorámico SkyLounge y sistema de audio Bowers &
Wilkins Diamond+ 3D, entre muchos otros. Además, quienes viajen en los asientos traseros tendrán a su disposición elementos como tomas de carga USB o climatizador de cuatro zonas, por lo que el conductor podrá estar seguro de que los acompañantes viajan entretenidos mientras disfruta de la conducción. ¿Y cómo se conduce? Bien, durante la prueba, que tuvo lugar en Múnich (Alemania), pude ponerme al volante de la versión M50i del X6.
Por fuera ya deja claro que tiene un espíritu atlético, gracias a los elementos estéticos M Performance -además, puede llevar también de manera opcional la nueva parrilla iluminada de BMW para quienes quieran un plus de personalidad-; y lo que esconde bajo su capó acompaña... Está propulsado por un V8 con tecnología TwinPower Turbo, que es capaz de ofrecer 530 CV y 750 Nm entre las 1.800 y 4.600 rpm. Viene además asociado a un cambio automático Steptronic de ocho velocidades con levas en el volante que te permite una gestión más personal de todo ese poderío.
Y tiene carácter. En la Autobahn, es endiabladamente rápido. Basta con hundir el pie en el acelerador para obtener una respuesta prácticamente inmediata. Alcanza los 100 km/ h desde parado en 4,3 segundos y a partir de las 4.000 vueltas, notas como esta mole de casi dos toneladas y media de peso empieza a estirar sus músculos sin pereza hasta alcanzar una velocidad máxima de 250
km/ h. Mientras, el sonido del V8 procedente de su escape M Sport se cuela en el interior para deleitar al público y en modo Sport y Sport Plus, de vez en cuando te sorprende con algún que otro petardeo. En la autopista se siente a gusto y está dispuesto a conseguir que tú también lo hagas. Fuera de su zona de confort, en carreteras más reviradas, sorprende también su respuesta.
Gracias a la actuación de la tracción integral xDrive, al bloqueo del diferencial trasero M, también de serie en este modelo, y a la suspensión adaptativa M con Dirección Activa Integral, afronta las curvas más cerradas sin titubeos. Se siente firme. y quizá por eso, la peor parte se la lleva su consumo, puesto que si te dejas incitar por su compostura y demandas más de él, lo pagarás con cifras cercanas a los 16 litros/100 km. ¡No te olvides de que la sed del V8 hay que calmarla!
Al acabar la prueba, tengo la misma sensación que con el M340i xDrive: estas versiones afinadas sirven como antesala a los protagonistas indiscutibles de BMW M y pretenden ser una versión más lógica para aquellos que busquen el equilibrio. Pero igualmente, tendrás que tener muy clara tu economía y cuánto te gusta su concepto para elegirlo. Rebeca Álvarez