FIN DE CICLO

¿Seguirán los coches la evolución de los relojes mecánicos?

Oh, vaya, ¿por qué se siguen poniendo relojes en mitad de una revista de coches? Seguramente pasarás estas páginas sin saber por qué están aquí. Y sin demasiado interés. Y quizás tengas razón: no puedes quemar rueda con ellos y tampoco son especialmente veloces. A parte del clásico ‘ tic-tac’, un reloj solo se ocupa de sus propios asuntos.

Sin embargo, la gente no se cansa de las cosas. No es como se predijo. Nadie esperaba ni que las empresas ni que los usuarios siguiesen apostando por los relojes de esta manera. ¿Cómo están sobreviviendo tan bien al paso del tiempo? ¿Qué puede aprender el sector del automóvil del sector relojero?

En un momento dado, los fabricantes de relojes tuvieron el futuro de la humanidad en sus manos. El dominio de los mares jamás pudo ser una realidad sin la invención de los cronómetros marinos. Poco a poco la tecnología evolucionó y con la llegada de los relojes a pilas, los relojes mecánicos dejaron de tener sentido. Estaban destinados al olvido.

Lo que nadie predijo fue esto: querer y necesitar son dos cosas distintas. La gente no los necesitaba, pero todavía los deseaba. Y las cosas que tienen una vida útil más larga que la nuestra son algo cada vez más caro de ver. ¿Hay lecciones que pueden extrapolarse a nuestra pasión por los coches? Una vez que nos prohiban conducir en carretera abierta, quizás los coches seguirán el camino de los relojes. Un producto de lujo que no necesitaremos, pero desearemos.

Desafortunadamente, los coches son más complejos que los relojes. Para conducir un coche necesitaremos un circuito y nuestro transporte limpio y eficiente, probablemente un taxi autónomo gestionado por Uber. Ese día los coches serán tan raros que probablemente ocuparán un par de páginas tristes en mitad de alguna revista de relojes. Quizás sea un buen momento para descubrir la magia de la relojería.