Elnuevo normal
El Golf que es la lengua universal del mundo de los compactos: es decir, que se entiende en todo el mundo. Y cada nueva generación es más bien una evolución, con pocas sorpresas. Sin embargo, aquí hay algo diferente. La octava generación del Golf se encuentra en una encrucijada. Al mismo tiempo que sale a la calle, VW lanza el ID.3, un automóvil eléctrico dirigido a un mercado masivo, que se puede comprar por una cantidad de dinero similar.
Podemos decir que es una versión altamente perfeccionada de algo que el mundo ya no necesita. Pero también mira hacia el futuro, con un habitáculo de cristal que ejecuta nuevos sistemas conectados para manejar la información, el entretenimiento, los controles y la advertencia de peligro. El MkVIII utiliza la misma plataforma MQB que el MkVII, por lo que no encontrarás cambios significativos en las dimensiones. En cambio, suspensión y sistemas de propulsión se refinan suavemente.
El primero bajo nuestro escrutinio es el 1.5 TSI de 130 CV. Es un motor algo de pereza a bajas revoluciones y brusquedad a 4.000 rpm, pero en general se mantiene silencioso. Está asociado a un eje de torsión detrás y la dirección se siente un tanto esponjosa, pero resiste muy bien cuando se le lleva al límite. Luego hay una versión del mismo motor con 150 CV, y gracias al cambio DSG, puede ir combinado con un sistema microhíbrido de 48 voltios que envía un poco de par, disimulando el retraso del turbo. Funciona bien. Además, en la jerarquía del Golf, ese motor de 150 CV le da derecho a llevar un subchasis delantero de aluminio y un multibrazo trasero. Es más preciso y progresivo, con una dirección buena y transparente. Esto es divertido y bueno para la llegada del GTI, que debería debutar en menos de un año. El viaje es generalmente cómodo y silencioso sobre carreteras bacheadas. Y se consigue una posición de conducción y en los asientos excelente, propias de un Golf. En el exterior, todos los paneles son nuevos.
Nuevos, pero poco diferentes. Lo reconocerás por el nuevo gráfico frontal, un nuevo nervio que atraviesa las manillas de las puertas e incorpora pilotos de nueva firma lumínica. Es en el interior donde se encuentran los grandes cambios: tanto en el salpicadero como en el sistema de infoentretenimiento y en el nivel de conexión. El salpicadero no me convence: las pantallas recuerdan a al banco de pruebas de los ingenieros en un prototipo, pero ubicado en un coche de última generación. Y no hay interruptores reales. La mayoría de los controles están en la pantalla y los pocos que permanecen son botones táctiles que recuerdan a los de un microondas.
Aun así, la pantalla central de 10 pulgadas, así como la instrumentación digital, tiene gráficos limpios y responde bien. Y todos los Golf incorporan Car2X, un sistema de inteligencia interconectado en el que los automóviles advierten automáticamente a otros conductores de peligros relevantes. La mayoría de las marcas se unirán a este sistema (Ford es el siguiente) y también a la infraestructura. Y vaya por delante que no puedes quitar estas especificaciones de estas pantallas; están presentes incluso en la versión de acceso a gama.
Durante los próximos años, Volkswagen tan siquiera verá las ventas del Golf caer. Según los pedidos que ya se han realizado, los compradores del ID.3 proceden de otros mercados, mientras que los compradores del Golf permanecen fieles al Golf actual. Ellos no se equivocarán. Paul Horrell