RENAULT (CASI) DE CARRERAS Mégane R26.R vs Mégane Trophy-R: misma estirpe, resultado distinto PORSCHE 935 K3, 1980
PARECEN CAÑEROS
Hay pocos compactos deportivos que sean más ‘intensos’ que estos dos. Pero se puede decir que el Mégane R26.R es el paradigma de este tipo de coches. Y probablemente nunca se superará, con la que está cayendo con las emisiones.
¿ EL PARADIGMA? ¿ POR QUÉ?
Los ingenieros de R26.R tenían en la agenda no tocar el 2.0 turbo de 230 CV y 310 Nm, por lo que siguieron la siguiente mejor receta para hacer que un automóvil sea más rápido: la ligereza. Cualquier componente que no contribuyera al rendimiento fue arrojada a la basura: 123 kg de deshecho. Eso significa que no hay asientos traseros, ni radio, ni aislamiento acústico. Y solo un airbag. También tenía plexiglás (unas ocho veces más caro que el vidrio), baquets y capó de carbono, escape de titanio...
¿Y EL TROPHY- R NO RECIBIÓ EL MISMO TRATAMIENTO?
Si. Y técnicamente, el Trophy-R ha perdido más peso, 130 kg, pero para empezar era mucho más pesado. Y tampoco han sido tan radicales en el ahorro de peso. Por ejemplo, mira más de cerca el R26.R: no tiene elementos que en el otro sí hay como lavafaros o limpiaparabrisas traseros. Sin duda eran otros tiempos...
¿ NO ERA EL POSEEDOR DEL RÉCORD DE NÜRBURGRING?
Sí. El R26.R logró una gesta brutal. Más que nada porque su tiempo de 8:17:54 vueltas fue 19 segundos más rápido que el récord anterior. Pero Renault no ha dejado escapar esa corona: el Trophy-R es el actual poseedor del con tracción delantera con un crono de 7:40:01. Eso es progreso.
¿ CÓMO ES CONDUCIR EL R26. R?
Una alegría: una experiencia atractiva, automovilismo puro. Aunque solo tiene 10 años, es totalmente diferente a la de su nieto Trophy-R. Donde este tiene una gran cantidad de par y es contundente en línea recta, el R26.R se pierde en la autopista, es más feliz enlazando curvas y sacando partido de unos Toyo R888. Te pide manejo constante de la caja de cambios de tiro más corto para permanecer en la banda de potencia. Debido a que es tan liviano, el R26.R en realidad tiene una suspensión más suave que el coche de serie en el que se basa, brindando una mejor conducción.
DEBERÍA HABER COMPRADO UNO, ¿ NO?
Visto desde hoy, sí. Los precios ahora están por encima de los 30.000 euros, y los modelos con escape de titanio, jaula y ruedas . Dado que un nuevo Trophy-R cuesta unos 55.000 euros, el antiguo parece una ganga absoluta...
Steve Jobs, el gran genio rebelde cuya visión ayudó a convertir a Apple en la compañía más valiosa del mundo, amaba los coches. Entre otras cosas, aprovechó una peculiaridad en el sistema de licencias de vehículos de California que permitió a los nuevos conductores estar seis meses sin tener que mostrar una matrícula. Tampoco era raro verlo alquilando un nuevo Mercedes-AMG SL55... La colección de Jobs incluía entre otros coches un BMW Z8 y un Nash Metropolitan, pero los primeros días de Apple coincidieron con una locura por Porsche. Poseía múltiples 911, pero es el 928 original el que más le gustaba. A principios de los años noventa, todos los equipos de la F1 perseguían el patrocinio de Apple. De hecho, hizo una breve incursión en 1980, cuando los colores originales del arco iris y el logo de la compañía aparecían en un Porsche 935, chasis # 009 030 (el mismo auto que llevó a Paul Newman al segundo lugar en Le Mans en 1979). Ahora en la especificación K3 (desarrollada por los hermanos Kremer) y dirigida por Dick Barbour Racing, con Bobby Rahal, Bob Garretson y Allan Moffat conduciendo, el automóvil fundió un pistón y tuvo que retirarse después de 134 vueltas. Le fue mejor en las 12 horas de Sebring, séptimo, y obtuvo un podio en la Road America 500. En cuanto a la decoración, fue obra del diseñador gráfico Rob Janoff; Jobs quería algo simple. “Compré un montón de manzanas, las puse en un tazón y las dibujé durante una semana”. El arco iris hacía referencia al Apple II, el primero con pantalla a color.
BMW M2 CS
No te sientas mal si te descubres a ti mismo pensando cosas indecentes en las que el protagonista sea este modelo. El BMW M2 CS demuestra que, a veces, una letra lo cambia todo. La ‘S’ que se añade a la ‘C’ de Competition significa que recibe el motor S55 que utiliza el BMW M4. Otra característica increíble es que puedes gestionar los 450 CV que van a las ruedas trasera a través de una caja de cambios manual. ¡Genial!