RENAULT ZOE vs RENAULT TWINGO

Los franceses fabrican buenos urbanitas pero, ¿cómo ha cambiado la receta?

Oui, très bon. Y hasta aquí el hablar francés. Estamos aquí para analizar detenidamente la receta que hace que un coche urbano sea bueno y ver cómo ha cambiado para Renault a lo largo de las últimas tres décadas. Está claro que lo primero que tiene que figurar en dicha receta es un nombre simpático. En 1992 Renault utilizó una combinación de twist, swing y tango para crear el encantador Twingo. Si estabas cuestionándote acerca del éxito comercial de su primera generación, has de saber que se vendieron más de 2,6 millones de ejemplares en todo el mundo. Y a pesar de que en Europa se dejó de fabricar en el 2007, en Sudáfrica continuó con su producción hasta 2012. Podría decirse que el mes de diciembre de ese año marcó la llegada del Zoe...

Cuando fue presentado en el Salón de París de 1992 se consideró un diseño radical. Estaba inspirado en el Espace, ya que tenía como objetivo principal maximizar el espacio para los cuatro ocupantes. De hecho, uno de los mejores argumentos de venta es que la banqueta trasera de asientos era deslizable y que los asientos delanteros se reclinaban por completo, creando así una cama improvisada. Útil después de un par de vinos en nuestro rincón favorito de París. También fue simple, y lo que es más importante: divertido. En su lanzamiento se ofreció con una variedad de colores muy grande, todos básicos pero atractivos. Además, el volante era de dos radios, los plásticos de su interior estaban decorados en tonos pastel y el diseño de la tapicería era extravagante.

Tenía elevalunas eléctricos en su equipamiento opcional y se movía bien con su pequeño 1.2 de cuatro cilindros. Al fin y al cabo, pesaba unos 800 kg. No tenía cuentarrevoluciones ni dirección asistida, pero no era un problema gracias a la simpleza de su uso.

Probablemente no. Pero creemos que al final merece el premio al mejor utilitario y también somos de la opinión de que es el mejor coche urbano de todo el 2019. Además de todo eso, tiene un maletero con un tamaño decente y una dinámica de conducción agradable.

Bueno, quizá el Zoe sea demasiado serio, aunque lo sea por su propio bien. El acabado interior es funcional, pero un poco austero. El aspecto es moderno pero tiene un toque demasiado agresivo. Además, siendo sinceros, es enorme en comparación con el Twingo y ni siquiera puedes reclinar los asientos para dormir con total comodidad. Que alguien ayude a Renault a desenterrar su antiguo libro de recetas.

El Aston Martin Lagonda Vignale Concept fue presentado en el Salón de Ginebra de 1993 junto con el que se convertiría en el nuevo DB7. Fue producido para Aston por Ghia, y ambos formaron el matrimonio perfecto.

El nombre proviene del equipo de Alfredo Vignale, una destacada firma de carrocerías de origen italiano que fue comprada por Ford en 1973 junto a Carrozzeria Ghia. Conocerás mejor ambas insignias si te digo que han sido montadas en el lateral de los Ford Mondeo a lo largo de los últimos 30 años.

El prototipo de Vignale fue un intento de fabricar un Lagonda de cuatro puertas. Curiosamente, fue bastante bien recibido. Ese trasero hundido hasta el infinito y unas llantas de aleación con aspecto de bandeja de pizza nos transportan a una época anterior, mientras que las alfombras de pelo largo, el lujoso cuero en su interior y los detalles acabados en madera fueron diseñados para que nos sintiésemos como en un club de caballeros. Este estilo retro era el mismo que más tarde aparecería en el Jaguar S-Type. Tal vez el diseñador Moray Callum inspiró a su hermano mayor, Ian...

El chasis de este coche fue otro guiño al estilo retro, ya que el prototipo fue construido sobre una plataforma alargada del Lincoln Town Car, que a su vez utilizó la del Phanter de Ford. Es decir, que data de 1979. Curiosamente, otros vehículos basados en la misma plataforma fueron el taxi más famoso de Nueva York, el Ford Crown Victoria, que también fue utilizado como coche de la policía yanqui y como la limusina presidencial de George H. W. Bush en 1989.

A menudo se dice que tan solo dos Vignales fueron construidos: las versiones gris y azul que se utilizaron en el evento suizo con fines promocionales. El azul fue subastado en el año 2002 por casi 400.000 euros después de una década cogiendo polvo en la sede mundial de Ford, mientras que el gris fue destruido en 1993. No obstante, lo que poca gente sabe es que hay un tercero en discordia que sobrevivió. Este último estaba pintado en color burdeos y tenía un V12 por motor, en lugar de un V8. Además, había dos asientos traseros en vez de uno corrido y la parrilla era diferente. Lo compró el Sultan de Brunéi en 1995 por aproximadamente un millón y medio de euros.

Ahora bien, el DB7 de Ian obtuvo un sí a su producción (debió ser una Navidad incómoda en casa de los Callum) porque los ejecutivos de Ford estaban ansiosos por hacer dinero. Hubo varios intentos fallidos, con la berlia futurista Lagonda a la venta entre los años 1976 y 1990...