Dónde está el peligro.
La entrada en vigor de la norma Euro 6 supuso la aparición del filtro de partículas, un elemento que debido a las altas temperaturas a las que trabaja se convierte en un desencadenante de incendios en el caso de siniestro y en un peligro para la integrida
Por las muy altas temperaturas a las que trabaja el filtro de partículas puede ser un peligro en caso de accidente.
NEl riesgo de incendio, provocado por diferentes motivos, siempre estuvo presente en los camiones, si bien casi nunca comportaba un riesgo para la vida del chófer. Los derrames accidentales de combustible o lubricantes sobre las zonas “calientes” del motor, así como la rotura del turbo eran algunas de las principales causas que podían provocar fuego.
En segundo lugar podemos apuntar al sobrecalentamiento de los frenos e incluso la rotura de algún rodamiento o buje que daba como resultado el inicio del incendio. Este problema se solía dar con más frecuencia en el material remolcado.
Por último el sistema eléctrico con algún cortocircuito o mala función de los elementos de protección, los frenos eléctricos, etc, fueron así mismo fuente de problemas de ignición en los camiones.
Pero raras veces estos ocasionales desastres fueron motivo de pérdida de vidas humanas. Pese a la rapidez con la que se expanden las llamas el conductor, si no quedaba atrapado en la cabina por la deformación de esta o la pérdida de consciencia, disponía de tiempo para ponerse a salvo e incluso tratar de reducir el fuego con los medios de extinción que los camiones están obligados a llevar.
En entredicho
A medida que las normas Euro se fueron haciendo más exigentes en la regulación de los gases de escape las mecánicas de los camiones, así como los accesorios para lograr acogerse a dichas normas, se fueron haciendo más complejas lo que a la postre deriva en la multiplicación de los problemas.
Con Euro 3 bastaba la adecuación del propio motor y sus sistemas de alimentación e inyección, pero con Euro 4 y Euro 5 hubo que recurrir a un nuevo accesorio llamado catalizador donde se realizaba la Reducción Catalítica Selectiva (SCR) mediante la inyección de AdBlue con el fin de desactivar las emisiones del peligroso óxido de nitrógeno (NOx).
Con Euro 6 el postratamiento de gases se complicó con la necesidad de aplicar un filtro de partículas para reducir los restos de residuos sólidos procedentes de la combustión y después de tres años los graves problemas de diseño y ubicación en el chasis ya se están cobrando sus primeras víctimas.
Salvando las distancias el funcionamiento de un filtro de partículas es similar al de un filtro del aire. Su función es la de un sistema de retención que “atrapa” los finos restos sólidos producidos por la combustión para que no salgan al exterior.
Lo lógico sería renovarlo al llegar al límite de su capacidad, pero esto sería muy costoso dado que en su fabricación se utilizan materiales "nobles" como el acero inoxidable, cuestión que encarecería la factura del mantenimiento. La solución adoptada es su “regeneración” sobre la base de incinerar esas impurezas por medio de la temperatura.
Normalmente los gases del motor salen hacia el exterior tras pasar por el turbocompresor y en este momento su temperatura es de 200-300ºC. En el pasado esta temperatura se iba diluyendo en tubos, silenciador, etc, para llegar al exterior a unos 40/80ºC.
En el caso del filtro de partículas la temperatura se suele mantener elevada para una mejor eliminación de los restos sólidos y a ello hay que sumar la “regeneración”, un periodo de tiempo que puede variar según las marcas y en el que la temperatura del “bombo” alcanza los 700ºC.
Para ejecutar esta función el filtro dispone de un quemador alimentado por el propio gasóleo del camión, que programado electrónicamente, bien en marcha o bien en el taller, se encarga de volatilizar las partículas sólidas a base de emplear a lo largo del proceso un calor muy intenso. Lógicamente al motor también se le exige un extra de potencia y prestaciones.
Una bola de fuego
Este elemento de ignición es el principal responsable del inicio del fuego de forma espontánea, sobre todo en buses, y ya se han dado algunos casos en camiones como consecuencia de un accidente, generalmente con vuelco.
El llevar un conducto de combustible tan cerca del quemador, de su sistema de encendido y de un recipiente con altas temperaturas, provoca que la pérdida de gasoil se convierta en un incendio incontrolable.
Por otro lado la ubicación de estos elementos en la parte externa del filtro hace que sean más vulnerables si se produce un vuelco o colisión que afecte a esa zona.
En el caso de los camiones la presencia de un tanque de combustible auxiliar multiplica los desastrosos efectos de un primer incendio en el filtro de partíde culas, convirtiendo el camión en una gigantesca bola de fuego.
Los riesgos de un posible incendio fortuito también están presentes en todas las mecánicas Euro 6. Sobre todo en buses o autocares estos percances vienen dados generalmente por el ajustado volumen del compartimento motor y las altas temperaturas del filtro.
Basta que una tubería de teflón, material plástico con el que se fabrican los conductos de combustible, resulte dañada por el calor o por un roce para que la consiguiente fuga se convierta en un incendio. En estos casos conductor y pasajeros disponen de algún tiempo para abandonar el vehículo antes de que este se convierta en un amasijo de hierros quemados.
Este grave problema no es inherente a una marca en concreto, sino que es común a todas ellas. La construcción del filtro partículas es muy semejante en todos los casos y tan solo su ubicación, a un lado y otro del chasis, marca la diferencia, por lo que su incidencia en un accidente dependerá del lado en el que vaya montado y hacia donde se “acueste” el camión.
Es pues muy urgente que autoridades, responsables de transporte, asociaciones y técnicos de las marcas sean conscientes del problema y busquen soluciones adecuadas para eliminar este riesgo y la consiguiente pérdida de vidas humanas que se están produciendo en accidentes que no alcanzarían esta magnitud catastrófica de no ser por el violento incendio que se produce a continuación.
Una reubicación de estos elementos de postratamiento de los gases de escape en el bastidor podría ser una de las soluciones que eliminaran el problema.
El filtro de partículas puede llegar a provocar incendios en caso de vuelco o impacto lateral.