CIUDADES MÁS LIMPIAS
En el horizonte de 2030 los planes medioambientales de Barcelona y Madrid prevén una reducción drástica de los actuales niveles de emisiones contaminantes, para lo cual ambas ciudades han establecido calendarios para restringir primero la circulación de l
Madrid y Barcelona van a poner en marcha planes muy severos contra la contaminación y los vehículos más antiguos y contaminantes tendrán prohibida su entrada en las áreas centrales.
Los estudios reflejan que las seis principales ciudades españolas (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga y Bilbao) son responsables del 50 por ciento de las emisiones totales de CO2.
En este sentido medioambiental se calcula que en nuestro país el transporte por carretera emite aproximadamente un 10 por ciento del total de contaminación por dióxido de carbono, porcentaje donde al menos un 40 por ciento estaría siendo emitido en zonas urbanas y metropolitanas, cuestión en la que tiene un impacto creciente el auge del comercio electrónico y el consiguiente incremento de las actividades de reparto de mercancías.
Por otro lado los planes de la Unión Europea contemplan una reducción de las emisiones del 1% hasta 2030, lo que provoca que las grandes ciudades de la UE, entre ellas Madrid y Barcelona, estén desarrollando ambiciosos y polémicos planes medioambientales de cara a la próxima década.
El objetivo es conseguir que en la próxima década los vehículos diésel más contaminantes no puedan acceder al interior de las ciudades o al menos a una amplia área central.
El ambicioso plan catalán
Con Ada Colau al frente del ayuntamiento de Barcelona los planes de reducción de las emisiones contaminantes en la Ciudad Condal y su Área Metropolitana (AMB) se han acelerado y desde el 1 de diciembre, salvo en las zonas de Zona Franca y
Vallvidriera-Les Planes, las furgonetas matriculadas antes del 1 de octubre de 1994 tendrán prohibida su circulación en los episodios de alta contaminación entre las 7 y las 20 horas.
Se trataría de una medida de carácter provisional puesto que a partir de enero de 2019 estos vehículos de reparto tendrán prohibida su circulación en Barcelona y en los municipios de Badalona, San Boi de Llobregat, San Just Desvern, Castelldefels y San Cugat del Vallés, un área metropolitana donde las furgonetas con mecánicas anteriores a las normativas Euro no podrán circular. Se calcula que esta medida afectará a unos 22.050 vehículos, aproximadamente un 16 por ciento del parte total de vehículos comerciales.
Pero las autoridades catalanas también trabajan para que en el futuro las restricciones tengan un ámbito de mayor amplitud territorial (Ambit 40), un proyecto del que forman parte ciudades como Granollers, Terrassa, L´Hospitalet, Cornellá, Sant Adriá de Besós, Sabadell o Esplugués de Llobregat.
En Barcelona y su Área Metropolitana el siguiente escalón tiene en el calendario la fecha de enero de 2020, cuando se prohíba la circulación a los vehículos comerciales con motorizaciones por debajo de Euro 3 (gasolina) y de Euro 5 (diésel), lo que significará problemas de movilidad para las furgonetas matriculadas antes de enero de 2006.
Madrid Plan A
La treintena de medidas recogidas en el Plan A de Calidad del Aire y Cambio Climático elaborado por el
ayuntamiento madrileño que dirige Manuela Carmena contemplan, entre otras cosas, que a partir de enero de 2019 los vehículos sin distintivo ambiental no podrán circular por el centro de la capital, una restricción que en 2020 alcanzará a los vehículos con distintivo B (niveles de emisiones Euro 4 y Euro 5).
En 2025 los vehículos sin distintivo podrían tener prohibida su circulación por el término municipal de Madrid. Para los expertos municipales entre 2020 y 2025 las restricciones al tráfico podrían afectar al 20 por ciento de las furgonetas y vehículos comerciales dedicados al reparto.
El objetivo medioambiental a conseguir en Madrid con el Plan A es que en 2030 se haya reducido un 50 por ciento las emisiones contaminantes con respecto a las existentes en 2012.
Para las patronales madrileñas del transporte la implantación de estas medidas supondrá que en el horizonte de 2019 el 40 por ciento de la flota deberá ser obligatoriamente renovada, un porcentaje que alcanzaría el 85 por ciento si fijamos la vista en 2020. En este sentido Atradice y UNO solicitan que la fecha de 2019 se retrase al menos hasta 2025.
Estas patronales también solicitan que se admita la presencia de vehículos de 18 toneladas en el área central, ahora limitada a un máximo de 12 toneladas, cuestión que serviría para optimizar la logística de reparto y reducir camiones en circulación, a la vez que se pide que el Ayuntamiento incremente el tonelaje permitido en los túneles de la M-30, actualmente situado en un máximo de 7.500 kg.
Por otro lado, el Plan A también contempla que la velocidad en la M-30 se reduzca a los 70 km/h durante todos los días del año.