DOS AÑOS DE MEGACAMIONES
El primer megacamión español se puso en circulación el 4 de abril de 2016 y desde entonces los conjuntos euromodulares no han dejado de incrementar su población y su presencia es habitual en las carreteras de nuestro país. Dos años después el futuro se ll
Los megacamiones de 60 toneladas y 25,25 metros cumplen dos años en España y los que les quedan.
El próximo mes de abril los megacamiones cumplirán dos años en España y todavía recordamos como en aquel primer momento muchos medios de prensa y televisiones los presentaron como auténticas “bestias”, comparando su peso de 60.000 kg con el de ocho elefantes africanos y su longitud de 25,25 metros con las dimensiones de una ballena azul.
Aunque la autorización oficial de estos conjuntos euromodulares (EMS) de 25,25 metros vino de la mano de una normativa que apareció en el BOE el 23 de diciembre de 2015, el primer megatrailer que circuló por nuestro país en transporte real y con autorización de la DGT lo hizo el 4 de abril de 2016 en un recorrido de 35 kilómetros entre Palau i Plegamans y Martorell.
A finales de ese mismo año los megacamiones ya sumaron 1.700 autorizaciones, cifra que el pasado mes de diciembre alcanzaba los 7.785 viajes, un incontestable crecimiento que se produce a pesar de las limitaciones que estos conjuntos tienen en velocidad e itinerarios y del arduo trabajo burocrátio que supone para las empresas la tramitación de las autorizaciones.
Objetivo ahorrar costes
Las flotas que actualmente operan con megacamiones cifran el ahorro de costes en una horquilla que oscila entre el 15 y el 25%, porcentaje que en determinados itinerarios puede llegar al 30%, aunque una de sus peticiones es que Fomento y la DGT retiren a los tráficos con megacamiones la calificación de “transportes especiales”, una reivindicación que podría aceptarse en breve.
Desde su aparición en las carreteras españolas los megacamiones no han estado exentos de una polémica que a día de hoy aún se mantiene, aunque
su presencia y rentabilidad parece consolidarse en determinados recorridos y actividades. Una prueba de ello es que el pasado mes de noviembre Seur anunciaba una inversión de 1,2 millones de euros destinados a la compra de dieciséis megacamiones.
Otro buen ejemplo de que los megacamiones no han alcanzado su techo en España es que la empresa extremeña Narval, radicada en Mérida, ha sido la primera de esta Comunidad Autónoma en tramitar autorizaciones para sus cuatro conjuntos euromodulares recientemente adquiridos y que cubren el itinerario Mérida-Sevilla con productos refrigerados.
Los expertos logísticos calculan que sin los actuales obstáculos administrativos los megacamiones podrían llegar en nuestro país a las 1.500 unidades, con unos costes aproximados de 0,034-0,0357 euros/ tonelada/km, frente a una media de 0,0462 euros/tonelada/km que tiene un tráiler convencional.
Qué es el DUO Tráiler
Con la autorización de la Dirección General de Tráfico la Universidad de Zaragoza (Departamento de Ingeniería Mecánica), Lecitrailer y el Grupo Sesé, están realizando ensayos experimentales con el concepto DUO Tráiler.
Se trata de conjunto articulado, un auténtico “tren de carretera”, compuesto por un tráiler convencional de 16,5 metros y un semirremolque también convencional de 13,6 metros, que con los elementos de enganche puede alcanzar una longitud total de 31,75 metros y transportar hasta 70 toneladas.
Por el momento las pruebas en carretera se han realizado entre la Plataforma Logística Plaza en Zaragoza y Meco (Madrid). El objetivo de estos ensayos es demostrar la viabilidad operativa del DUO Tráiler y obtener unos primeros datos de consumos y emisiones que puedan avalar una futura decisión con respecto a su regularización.
Este primer DUO Tráiler es un auténtico laboratorio rodante y por ello incorpora múltiples sensores encargados de analizar todos los parámetros relacionados con la seguridad en frenada, maniobrabilidad, estabilidad, resistencia de elementos mecánicos, etc.
Uno de los atractivos del DUO Tráiler no es solo su capacidad de carga de 70 toneladas, sino la posibilidad de que las plataformas que lo conforman puedan utilizarse en “conjunto” o de forma independiente, lo que abriría un amplio abanico de posibilidades de explotación.