AÑO DE REFORMAS
El trabajador autónomo se ha convertido en la tabla de salvación para reducir las cifras de desempleo y por ello el Gobierno prevé continuar “reformando” todos aquellos aspectos de fiscalidad y cotizaciones que gravan la actividad, pequeños retoques que s
A pesar de que no existen Presupuestos Generales a lo largo de este año se pone en marcha la Reforma Urgente del Trabajo Autónomo.
La Seguridad Social tiene registrados más de tres millones de trabajadores autónomos, un colectivo que en lo referente al transporte, y al hilo del auge del comercio electrónico y de las necesidades crecientes de distribución de paquetería, se prevé que continúe incrementándose en los próximos años.
Desde el pasado mes de enero están en vigor las nuevas medidas enmarcadas en la Ley de Reformas Urgentes del Trabajo Autónomo que introducen novedades en aspectos de fiscalidad, cotizaciones, contratación o derechos laborales.
Especial importancia a lo largo de este año tienen y van a tener las nuevas deducciones por compra de suministros afectos a la actividad y por dietas, una cuestión esta última que de alguna forma iguala en este territorio los derechos de autónomos y de trabajadores asalariados.
Por comidas en territorio nacional las deducciones sobre el IRPF pueden alcanzar los 26,27 euros, que serán de 48,08 euros para el extranjero, mientras que las pernoctas alcanzan los 53,34 y 91,35 euros, respectivamente, siempre que el pago se realice de forma telemática, se conserven los comprobantes y el gasto se realice fuera del municipio donde este radicada la actividad.
Cotizaciones Seguridad Social
Por otro lado la ausencia temporal de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2018 supone, entre otras cosas, la congelación temporal de las bases mínimas y máximas de cotización a la Seguridad Social y por extensión de las cuotas correspondientes, manteniéndose hasta nueva orden las bases mínima de 919,80 euros y máxima de 3.751,20 euros.
Las organizaciones de autónomos prevén que el Gobierno elevará estas bases un 3-4% a partir del segundo semestre. En este sentido habrá que esperar a la anunciada reforma del Régimen Especial de Autónomos, que podría introducir los nuevos conceptos de cotización por tramos o la cuota progresiva.
En relación a los trabajadores autónomos societarios la normativa de autónomos recoge su desvinculación del Régimen General de la Seguridad Social, aunque la ausencia de PGE deja esta medida en suspenso lo que supone que este colectivo de trabajadores asuma desde enero un incremento del 4% en las cotizaciones, pasando la base mínima de cotización a 1.198,08 euros y la cuota mensual a 357 euros.
Una cuestión importante a tener en cuenta a la hora de cuantificar las cotizaciones a la Seguridad Social es el cómputo de los días de alta y baja laboral.
La nueva normativa permite pagar por los días realmente trabajados, un concepto sin duda más proporcional y justo que el anterior pero que se limita a tan sólo tres bajas o altas a lo largo del año.
En cuanto a las cotizaciones de los trabajadores autónomos los planes del Gobierno pasan por aceptar la posibilidad de que se puedan realizar al menos cuatro cambios anuales de base de cotización, una decisión que supondría duplicar los actuales dos cambios permitidos.