LA GUERRA DE LA N-I
Por razones de seguridad vial el ministerio de Fomento y las Comunidades Autónomas están pisando el acelerador en el tema de los peajes obligatorios para camiones, una medida que como sucede en el caso de la N-I no cuenta con el consenso del sector y de l
Fomento y la Junta de CastillaLeón quieren desviar los camiones a la AP-1 para evitar el tramo no desdoblado de Pancorbo; los ciudadanos quieren libre la autopista
Afinales de 1973 Televisión Española comenzó a emitir “Los Camioneros”, una serie dedicada al mundo del camión dirigida por Mario Camus y protagonizada por el desaparecido Sancho Gracia y que fue un gran éxito de audiencia.
Contaba el día a día de Paco, un joven mecánico que deja el taller para ver mundo y recorrer España con su Pegaso. Fue una serie que reflejaba muy bien el día a día de la vida en la carretera, un mundo que desgraciadamente desapareció hace ya mucho tiempo.
Una época donde los camiones llegaban con su mercancía hasta el último rincón de nuestro país, porque aunque las carreteras daban pena la gente del camión cumplía. Hoy las carreteras parecen alfombras persas y si en alguna hay un bache el asunto sale hasta en los telediarios.
Hoy tenemos nacionales anchas y perfectas, la mejor red de autovías gratuitas de Europa, unas autopistas que llegan casi a todos los rincones de nuestra querida “piel de toro” y miles de personas que utilizando costosos equipos y tecnologías procuran que nada falle en ese complicado engranaje que es la logística moderna.
Camiones a la autopista
Y de repente en un despacho a alguien se le enciende una luz roja en
su cuadro de instrumentos mental y decide dar una vuelta de tuerca más a los vehículos pesados prohibiéndoles circular por las nacionales y obligándoles a pagar el déficit de las autopistas.
Empezaron los catalanes en 2013 prohibiendo la circulación por la N-II en un total de 82 kilómetros y ahora el virus de “Todos a los Autopista” se está extendiendo como la pólvora. En estudio está aplicarlo en la N-340 entera (todos por la AP-7); ya se ha puesto en marcha en la N-232 desde Zambrana (Álava) hasta Tudela (Navarra) obligando a los camiones a circular por la AP-68 y desde hace muy pocas semanas ya se paga por circular por la N-1 que atraviesa Guipúzcoa.
Cuando pasas por cualquiera de los tres pórticos colocados al efecto en la N-1 una cajera (o cajero) invisible le mete mano en tu cuenta corriente. Un camión que circule desde Irún hasta el puerto de Echegárate, aproximadamente 73 kilómetros, la Diputación de Guipúzcoa le va a pasar una factura entre 9,94 y 12,13 euros y además durante más de la mitad del tramo tendrá usted que circular a 80 km/h.
Fuera de la N-1
Otra vuelta de tuerca que se está estudiando muy seriamente es la obligatoriedad de hacer circular a los camiones por la AP-1 desde Armiñón (Álava) hasta Burgos, para evitar el peligroso tramo no desdoblado de la N-1 que transcurre por el desfiladero de Pancorbo, una infraestructura que soporta el paso de unos 10.000 vehículos diarios de los cuales la mitad son camiones de gran tonelaje.
Se rumorea que los camiones pagarán un porcentaje del peaje actual (probablemente la reducción será del 75%) siempre que se disponga de Via-T, descuento que será inferior en el caso de no disponer de este sistema de pago. La citada autopista hace años que está amortizada y por lo tanto hace tiempo que tenía que estar liberalizada, pero nadie sabe por qué continúa privatizada.
Por ese tramo de autopista circulan diariamente entre 1.200 y 1.400 vehículos/hora, cifra que los fines de semana, puentes y verano se incrementa hasta los 1.800-2.000 vehículos /hora, un volumen de tráfico al que habría que sumar todo el tránsito pesado trasvasado desde la N-I y ya se sabe lo que pasa cuando mezclas muchos coches con muchos camiones.
Desde hace muchos años la N-I da servicio a tres países, Francia, Portugal y España, y en sus márgenes han crecido multitud de negocios (talleres mecánicos, grúas, surtidores de combustible, hoteles, restaurantes, etc) que en gran parte viven -por el momentodel tránsito de camiones y de vehículos. ¿Qué va a pasar con toda esa gente, con sus familias y con sus inversiones?
El coste del trasvase
El sentimiento de impotencia ante el anunciado trasvase de camiones a la AP-1 es unánime entre los empresarios afectados por una medida que el ministerio de Fomento ha negociado únicamente con la Junta de Castilla-León y cuyo objetivo fundamental es reducir los niveles de accidentalidad en la N-1, una cuestión esta última que ha motivado un gran movimiento vecinal en favor del trasvase.
En el caso de la N-232 el traslado de camiones a la AP-68 sin ningún tipo de consenso ni negociación con los afectados está suponiendo que las cuentas de resultados de muchos negocios hayan caído en picado, con el impacto negativo que eso tiene sobre los puestos de trabajo, algo que se teme que se repita en la N-I.
Y otro tanto pasará con los transportistas que utilizan habitualmente la N-I y que verán incrementarse los gastos de su actividad. “Cómo incluimos en la factura los gastos de peaje cuando la N-I es gratis”, nos comenta el propietario de una importante flota burgalesa dedicada al reparto provincial de paquetería y cuyos vehículos estarán obligados a “pasar por vicaría” cada vez que se dirijan al norte.
Los camiones da la impresión que molestan en todos los sitios. Estorban en las carreteras nacionales y en las ciudades contaminan (a pesar de llevar más filtros que una central nuclear) ¿Qué será lo próximo? ¿Obligarlos a circular por las autopistas solamente por las noches?