COMPRA MAESTRA
EN QUÉ DEBES FIJARTE A LA HORA DE ELEGIR TUS ZAPATILLAS PARA CORRER
¿Sabes en qué fijarte cuando vas a comprarte unas zapatillas nuevas de running?... Te damos la pautas clave para que no falles y los mejores consejos de compra. Además te contamos cómo es una zapatilla por dentro.
Se calcula que un atleta popular de nivel medio-alto que corra una prueba de 10 km en torno a 40 minutos, apoya unas 7.000 veces sus pies contra el suelo en el transcurso de la misma, a la vez que soporta tres veces su peso corporal en cada pisada. Con un dato como éste queda bien clara la importancia de la elección de las zapatillas, de la que dependerá en gran medida nuestro éxito en la carrera a pie. Una mala elección del calzado puede dar al traste con meses de esfuerzos y entrenamiento, además de provocar lesiones. Una de las primeras cosas que aprende el corredor es que la elección de las zapatillas es algo muy personal, ya que cada uno tiene una forma de correr, una tipología de pie, y unas características físicas y necesidades distintas. Por eso, lo que le va bien a un deportista no le tiene por qué ir bien a todos. No os dejéis llevar por modas ni por el consejo del amigo al que le han funcionado bien unas determinadas zapatillas. Cómodas y transpirables Básicamente, todas las zapatillas para correr deben cumplir estos requisitos: proporcionar amortiguación para prevenir de los continuos impactos con el suelo; aportar cierta estabilidad; ser flexibles y acompañar el movimiento natural del pie; ser lo más ligeras posibles (sin descuidar, eso sí, tus necesidades de amortiguación y estabilidad); ofrecer buena sujeción del pie, pero sin oprimir; asegurar la tracción con el suelo evitando deslizamientos; y ser transpirables. Si buscamos unas zapatillas para participar en un triatlón, la buena ventilación del pie pasa a ser un aspecto fundamental. Además, debemos buscar modelos muy cómodos y sin costuras interiores que nos permitan usarlas sin calcetines, y será un punto a su favor que incluyan detalles que te permitan calzarlas con mayor facilidad y rapidez, como tener gomas en lugar de cordones o tiradores en la lengüeta y/o el talón. En triatlón siempre se han buscado zapatillas ligeras y rápidas porque lo habitual era correr sobre distancias no demasiado largas (en un triatlón sprint, 5 km; en un olímpico, la distancia más habitual, 10 km…). Pero hoy en día las distancias más largas (Half, 21 km; y Ironman, 42 km) están en auge, y en estos casos la ligereza ya no es tan importante, salvo que realmente tengas un nivel muy alto como triatleta. A mayor tiempo de carrera, necesitaremos una zapatilla más protectora. En la actualidad, y con los avances tecnológicos que han introducido las marcas, puedes encontrar en el mercado un buen número de modelos que ofrecen una notable amortiguación y estabilidad con un peso realmente ajustado (entre 260 y 320 gramos).