DE RUNNER A TRIATLETA.
¿Eres corredor y te gustaría probar con el triatlón?. Aquí tienes las pautas definitivas del entrenador Jerónimo Bravo con las que conseguirlo.
El “boom” vivido por el running en la última década ha dado paso al auge de modalidades deportivas con las que guarda cierta afinidad, como el trail running o el triatlón. En muchos casos, es una evolución lógica y natural en quien lleva años practicando la misma modalidad deportiva y busca nuevos estímulos. Quizá el motivo más frecuente por el que un corredor se plantea comenzar a prepararse para competir en triatlón sea justamente el "apellido" de esta revista: “porque un solo deporte no es suficiente”. Las razones por las que sólo correr ya no es suficiente y busquemos “algo más" pueden ser muy diversas, pero podríamos resumirlas en tres:
1 La caída en la monotonía y, por tanto, la búsqueda de nuevos desafíos o estímulos deportivos.
2 Tratar de destacar en una especialidad diferente cuando nuestro nivel en el running no sea el que aspiramos a tener.
3 Como alternativa a una lesión o problema físico que nos impida correr. Es muy frecuente en la recuperación de corredores que en la fase de readaptación al esfuerzo se les recomiende tanto entrenar en bicicleta como el trabajo de natación. Sea cualquiera de las tres motivaciones expuestas –o alguna otra- la que lleva a un corredor a optar por este nuevo deporte, el perfil del deportista del que vamos a hablar será muy similar, y por consiguiente suele tener una serie de problemas de diversa índole en su acercamiento al Triatlón, que serán los que trataremos de abordar en este artículo, así como proponer pasos intermedios en su formación como triatleta.